En realidad, ha sido refrescante que el Centro Cultural de España en Tegucigalpa haya traído el festival 2010 Poetas por Kilómetro Cuadrado.
Las presentaciones de María Eloy García y de Perú Saizprez fueron una tremenda carga intravenosa, revitalizadora al extremo, una desenfadada muestra de posicionamiento escénico y de amplitudes poéticas irrefutables. Lo que Fabio de la Flor anticipaba en su presentación de la lectura resultó el mejor aclimatamiento para un público que quizáesperó de entrada una lectura ortodoxa.
La intertextualidad y la expresión corporal de esta y este poeta, la modulación de la voz y el reto constante a la formalidad del público, fueron la dinámica de la noche, sacándole el jugo a la experimentación metalingüística y llevándonos siempre desde la risa hasta el asombrado silencio. Esto se agradece enormemente en la Tegucigalpa del paramilitarismo golpista, en una ciudad que nos ha metido la sospecha por todos los poros.
En ausencia de Mayra Oyuela, produjimos un pequeño performance para su Homenaje a la sal, en el cual, Lucy Argueta y Sue Villacorta asumieron los personajes de dos mujeres que van leyendo poesía completamente mojadas y con vestidos blancos, mientras un humo serpenteante iba ascendiendo, obligándoles a ponerse una máscara antigás. Toda la simbología del acoso y la violencia hacia la mujer y el arte en Honduras. Los textos, que seguían una línea de memorias y visiones, supieron articularse sin forzar absolutamente nada.
Gabriel Vallecillo mostró un vertiginoso video-poesía, jugando con toda las posibilidades de la imagen que induce a tener lecturas alternas en el acto poético. Tres bloques de cartón forrados con novelas de viaje gringas servían de pantalla mientras Gabriel, con música electrónica de fondo, iba leyendo. La metáfora de la invasividad de la imagen se completó muy bien, a mi parecer, sobre todo en una experimentación que costará asentarse por aquí.
Un gran acierto este festival itinerante, agregado al hecho escénico de Josep Pedrals y sus títeres, presentación que se llevó a cabo para los niños del Merceditas Agurcia, "con mucho éxito y felicidad", como diría el mismo Pep.
F.E.
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