Toda la escalada real del terrorismo causa mayores víctimas continuas que las amenazas de guerra nuclear. Y hablo del terrorismo de todo tipo, no solo el focalizado en París, en Londres o Barcelona, que son tan brutales como los que ocurren y han ocurrido en Pakistán, Guatemala, Honduras, Filipinas, Iraq, Siria, Turquia, Afganistán, Venezuela, Estados Unidos, Rusia, Suecia, El Salvador, México, Colombia, Irán, Yemen, Argentina, etc., ese terrorismo que causa efectos devastadores en la psiquis de las ciudadanías afectadas y que hace añicos la idea civilizatoria tal como la hemos conocido hasta ahora. Y es esa idea civilizatoria la que va siendo barrida con todo esta velocidad nueva que ha adquirido la brutalización mediática.
Que se diga que la crisis con Norcorea es la de mayor amenaza actualmente viene a ser, bajo la luz de los datos del terrorismo global, una velada distracción de todo aquello que se le ha ido de las manos al imperialismo o que el imperialismo financiero y militar ha provocado con alevosía. Nada le ha resultado mejor que distraer la atención hacia un fantasma nuclear en momentos de debilidad interna absoluta (el caso Trump, que bien puede ser debilidad mental) o financiera (el caso del Brexit). El caso es que ante la lógica de que unos 20 misiles norcoreanos jamás podrían contrarrestar a los 3,500 que dispone en sus arsenales Estados Unidos, todo esto entra en los protocolos de escalada en la guerra asimétrica previa a un estallido convencional o nuclear.
Se me viene a la cabeza una analogía: la del borrador doble uso. ¿Quién no tuvo de esos borradores que se vendían asegurando que borraban tinta y que, al intentarlo, se terminaba rompiendo la hoja de papel? Ese borrador, en forma de amenaza de una guerra nuclear solo está borrando por un lado: el convencional, el mediático. Borrando la memoria a corto plazo y la capacidad de cotejar datos que están a la mano. Por el otro lado, está el que borra y destruye el soporte sobre el cual escribimos la palabras HUMANIDAD, CIUDADANÍA, PAZ, DERECHOS.
Para que llegue a ocurrir una guerra nuclear se deben dar muchísimos pasos graduales en la escalada. Esa estrategia la manejan todas la potencias nucleares que jamás se irán a una guerra abierta a menos que Skynet y Terminator tomen el control desde la película. Les comparto aquí la analizada por Herman Kahn respecto a la estrategia nuclear estadounidense como una muestra que contraste con los reales e inmediatos ataques terroristas que SÍ están ocurriendo sin protocolos pero -calculadamente- enmarcados en el protocolo global de dominio. Los invito a que hagamos el ejercicio de saber en cuál Peldaño estamos.
Escalada gradual de acciones y
estrategia nuclear de Estados Unidos según Herman Kahn, autor de los libros La guerra termonuclear, Pensando en lo impensable y Sobre la escalada: metáforas y escenario.
A continuación, se
presenta la descripción que de los peldaños y descansillos de la escalera hace
Kahn: Peldaño 1
1.
Crisis
manifiesta; durante esta etapa se utiliza un lenguaje de crisis, pero con
cierto grado de ficción. Uno de los bandos, o los dos, afirma que se subirán
más peldaños a menos que se resuelva rápidamente la contienda, pero no con carácter
absolutamente creíble.
2.
Peldaño
2. Gestos políticos, económicos y diplomáticos; se realizan actos legales
pero inconvenientes, poco amistosos, descorteses o amenazadores para castigar,
presionar o dar a entender el mensaje.
3. Peldaño 3. Declaraciones formales y
solemnes; acciones puramente verbales, pero explícitamente solemnes con las
que se pretende poner de relieve una resolución y un compromiso. Pueden ser
notas diplomáticas proclamaciones legislativas, etc., y se las puede considerar
como una escalada preventiva con la que se pretende detener la escalada del
adversario. Estos tres peldaños como se
ha indicado constituyen la primera unidad, denominada maniobras de subcrisis.
4.
Descansillo 1. No hacer oscilar la barca; en una
situación de equilibrio termonuclear los dos adversarios lógicamente se resistirán
a iniciar una crisis que pudiera salirse de todo control y llevar a una guerra
total. Como consecuencia habrá una tendencia a no iniciar crisis en los niveles
más bajos y se procurará no oscilar la barca para evitar que zozobre.
5.
Peldaño 4.
Endurecimiento de posiciones; cuando la situación se convierte en
coercitiva, se trata de hacer más fuerte la postura propia incrementando las
apuestas para que al otro bando le resulte difícil creer en un retroceso del
adversario.
6.
Peldaño
5. Demostración de fuerza; cualquier bando insinúa o dice claramente que
puede llegar a utilizar medios violentos, pero lo hace con palabras más que con
actos.
7.
Peldaño
6. Movilización significativa; es un refuerzo de la demostración de fuerza,
con una movilización parcial que, por un lado, incrementa la fuerza propia, y
por otro indica al enemigo que se está dispuesto a movilizar en mayor escala o
a incrementar la carrera de armamentos.
8.
Peldaño
7. Ataques a la moral del enemigo; dentro de los límites de las leyes
internacionales, se puede actuar de un modo hostil y provocador atacando el
prestigio, las propiedades o la población del adversario.
9.
Peldaño
8. Actos de violencia desmoralizadores; por medios clandestinos, de los que
el que los lleva a cabo no se reconoce como autor, se pueden realizar todo tipo
de acciones violentas o provocar incidentes con el fin de desmoralizar al
adversario.
10. Peldaño 9. Confrontaciones militares;
enfrentamientos parciales limitados en tiempo y espacio, guerra de nervios,
etc. Con este peldaño acaba la segunda
unidad, denominada crisis normales o corrientes.
11.
Descansillo 2. Fuerza
nuclear impensable; el momento exacto en que se llega a este descansillo es muy
variable, pero en una situación determinada puede disminuir sensiblemente y
hasta legar a su anulación, debido a lo que Raymond Aron llamó «incredulidad
nuclear». En esta situación una mayoría de los encargados de tomar decisiones y
un porcentaje alto de la población considerarán como muy posible una guerra
nuclear.
12.
Peldaño
10. Ruptura de relaciones diplomáticas; su fin es comunicar al adversario
que se está terminando la confianza en las medidas tradicionales de pacifismo,
persuasión, etc., y que por tanto es posible que se recurra a la violencia
13.
Peldaño
11. Estado de super alerta; ordenar este estado supone acciones costosas y
peligrosas que el enemigo evaluará como muestra de firmeza por nuestra parte.
14.
Peldaño 12. Acción convencional a gran
escala; es un incremento significativo de la intensidad de la crisis.
Aunque se llegue al nivel de combate abierto y continuo, ninguno de los dos
bandos utilizará sus armas de alta eficiencia (nucleares, etc.).
15.
Peldaño
13. Escalada sustancial; puede ser que uno de los bandos reaccione a la
escalada del otro con acciones que produzcan efectos distintos y ajenos al
enfrentamiento original, como amenazar en otra zona distinta.
16.
Peldaño
14. Declaración de guerra convencional y limitada; es un intento de
alcanzar uno o los dos objetivos siguientes: 1) impulsar al enemigo a una
acción recíproca mediante un anuncio unilateral y claro de que no va a ser el
primero en utilizar armas nucleares y 2) limitar la guerra convencional,
geográficamente o de cualquier otro modo, a lo que sea más conveniente para el
que la declara. Todo ello además de explotar los efectos que dicha declaración
produce en el propio país y en sus oponentes.
17.
Peldaño
15. Guerra seminuclear; en el peldaño 12 o en el 11 puede utilizarse algún
ingenio nuclear por accidente y sin autorización. También puede uno de los
contendientes hacer uso intencionado de algún arma nuclear, pero dando la
impresión de que no había sido intencionado.
18.
Peldaño
16. Ultimátum nuclear; la crisis puede alcanzar tal intensidad que la
incredulidad nuclear se debilite y hasta llegue a desaparecer, tanto en
presencia o no de super alerta (peldaño 11) o guerra convencional (peldaño 12).
Se producirá esta situación cuando uno de los bandos considere seriamente la
posibilidad de guerra crucial y se lo comunique al otro de forma convincente.
19.
Peldaño
17. Evacuación limitada; es una medida importante que puede tener
consecuencias impensables y puede ordenarse por un gobierno para tratar de
obtener un acuerdo, por prudencia o por ambas razones.
20.
Peldaño 18. Demostración espectacular de
fuerza; empleo mayoritario de fuerzas, de forma que parezca amenazador y
demuestre una gran determinación, pero sin que se produzca un daño notorio. El
propósito es el castigo del enemigo como represalia a un acto anterior suyo o
como preventivo, para anticiparse y evitar provocaciones posteriores, con la esperanza
de asustarle u obligarle a retroceder.
21.
Peldaño
19. Contraataque justificado: es una respuesta razonable a cualquier acción
enemiga que lo merezca, y al mismo tiempo intenta degradar significativamente
la capacidad, el prestigio y la moral del oponente.
22. Peldaño 20. Embargo o bloqueo mundial “pacífico”;
es una medida extrema de presión no violenta para debilitar al oponente, pero
es más «escalatoria» que los peldaños anteriores, especialmente porque es
continua. Aquí finaliza la tercera
unidad, denominada crisis intensas.
23.
Descansillo 3 No emplear la fuerza nuclear; hasta
este descansillo y aunque en el peldaño 1 6 se haya destruido la incredulidad
nuclear, no había existido un empleo extenso de las armas nucleares, sino en el
peor caso de acciones muy limitadas y más bien accidentales. En la ascensión a
partir de este descansillo nos trasladamos al uso de armas nucleares, si bien
todavía limitado y restringido.
24.
Peldaño
21. Guerra nuclear local; consiste en la iniciación de un ataque con armas
nucleares contra objetivos puramente militares. Más que a la destrucción de las
fuerzas enemigas o a impedir sus operaciones, se orienta a inducir a negociar,
atemorizar, castigar o detener. Aunque fuera muy limitada y selectiva, es un
acto que tendría consecuencias importantes.
25.
Peldaño 22.
Declaración de guerra nuclear limitada; al llegar a este peldaño sería
aconsejable una declaración que fije los límites exactos y que establezca lo
que se espera de las acciones nucleares que se piensan poner en práctica, como
represalia y sin necesidad de continuar la escalada.
26.
Peldaño
23. Guerra nuclear contra instalaciones militares; es la utilización de
armas nucleares con fines militares tradicionales y dentro de los límites
establecidos. Los objetivos están marcados por consideraciones puramente
militares.
27.
Peldaño
24. Contramedidas excepcionales, provocativas y significativas; pueden ser
traslados de tropas, incremento de ellas o cualquier tipo de maniobra que tenga
por objeto alterar el equilibrio de poder, aumentando la vulnerabilidad del
oponente.
28.
Peldaño
25. Evacuación; la situación al llegar a este escalón puede estar muy cerca
de la guerra total a gran escala y parece aconsejable una evacuación de todo el
personal que no sea esencial. En general puede decirse que un 25 por 100 de la
población puede mantener todos los servicios vitales. En este escalón finaliza la cuarta unidad, crisis agudas.
29.
Descansillo 4. Refugio
primordial; este refugio se refiere a la división terreno propio-terreno
enemigo. La violación de este santuario abriría el camino a la violencia en
gran escala.
30.
Peldaño
26. Demostración ofensiva en una zona del interior; aunque ya se ha cruzado
el umbral del descansillo 4, este peldaño se refiere a ataques «inofensivos»
que pueden ser lugares inhabitados, desiertos, cimas de montañas, etc.
31.
Peldaño
27. Ataques prototipo contra centros militares; se emplea aquí, la palabra
prototipo para indicar que se refiere a operaciones típicas, estudiadas a fondo
antes de comenzar las operaciones. Puede empezarse por destruir parte de los
sistemas de armas enemigos, siendo su objetivo reducir la capacidad ofensiva
del enemigo, encontrando sus puntos vulnerables, para ejercer una presión
psicológica.
32.
Peldaño
28. Ataques prototipo contra instalaciones y medios; es una. extensión del
escalón anterior, pero sin atacar a la población. Se puede, en cambio, atacar
puntos evacuados anteriormente. El objetivo es la destrucción de medios
materiales y no de la población civil.
33.
Peldaño
29. Ataques prototipo contra la población; un punto más en intensidad,
continuación lógica del peldaño anterior.
34.
Peldaño
30. Evacuación total; llegados a este punto la guerra total habría
comenzado o estará a punto de hacerlo. La evacuación total de las ciudades es
evidente y sólo quedan en ellas un 5 por 1 00 ó 1 0 por 1 00 de la población
para cubrir sus actividades vitales.
35.
Peldaño
31. Represalias recíprocas; guerra de resolución casi absoluta con
intercambio más o menos continuado de acciones ofensivas. Muchos estrategas
piensan que este tipo de guerra puede llegar a ser una práctica corriente en el
futuro cuando el equilibrio del terror se considere, correcta o
incorrectamente, como absoluto, o también cuando los desesperados o audaces
gobernantes no vean otra solución factible por causa de la invulnerabilidad
estratégica. Acaba aquí la quinta unidad,
ataques cruciales prototipo.
36. Descansillo 5.
Guerra crucial; es éste un «nuevo»
tipo de guerra total. A continuación del descansillo tradicional entre guerra y
paz, hay ahora dos grupos de peldaños de guerras cruciales, militares y
civiles. En las guerras cruciales militares los comandantes en jefe tienen
acceso a todos los recursos de la nación, pero su propósito es evitar o al
menos limitar las bajas civiles del enemigo. Este descansillo se refiere a este tipo de guerra crucial.
37. Peldaño 32. Declaración formal de guerra
general; una posibilidad, ignorada casi por completo en los planes modernos
de defensa, es que la respuesta de uno de los bandos a una provocación sea una
declaración de guerra, pero sin actos inmediatos de violencia. Al igual que en
la Segunda Guerra Mundial un ultimátum o una declaración de guerra podía
continuarse por un período de guerra falsa durante el cual se producirían
acciones tácticas o estratégicas desmoralizadoras, pero no un ataque a gran
escala.
38. Peldaño 33. Guerra de resolución a ritmo
lento; cada bando destruye la propiedad del otro con la intención de
obligarle a que retroceda. Es por tanto una competencia de resolución contra
resolución. Si este intercambio es escaso y con propósitos limitados estaríamos
en el escalón 31.
39. Peldaño 34. Guerra de contraataque a ritmo
lento; este tipo de campaña, que puede preceder o ser la continuación de un
contraataque a gran escala, tiene por objeto debilitar el potencial ofensivo
del adversario. Puede durar semanas o meses y durante ella se procede a la
búsqueda y destrucción de submarinos nucleares, misiles ocultos, bases
terrestres, etc.
40. Peldaño 35. Ataque limitado para reducir la
fuerza enemiga; se intenta destruir una parte pequeña, pero significativa,
del potencial enemigo, de una sola vez y evitando daños colaterales. Lo más
probable es que este tipo de acción se realice en la primera etapa de la guerra
y contra objetivos clave.
41. Peldaño 36. Ataque restringido para
desarmar al enemigo; en este tipo de acción se procura producir la
destrucción de una parte considerable de las fuerzas de primera línea del
atacado, e incluso de las reservas, evitando lo más posible el ataque a
objetivos civiles. Con esto se trata de evitar un contraataque eficaz del
enemigo mientras que nuestras fuerzas puedan asestar un segundo golpe de
aniquilamiento que incluya a la población civil. Se aceptan desventajas
militares para mantener a salvo a la población y poder negociar con éxito la
terminación de las hostilidades.
42. Peldaño 37. Contraataque con limitaciones;
este ataque es igual al del peldaño anterior con la diferencia de que no se es
tan escrupuloso en la prevención de daños en objetivos civiles. Después de un
ataque de este tipo se esperan contraataques.
43. Peldaño 38. Contraataque sin limitación;
aquí no se acepta aminoramiento del ataque para evitar daños a la población
civil, pero tampoco se acepta que estos posibles daños se amplíen para
conseguir mayor ventaja. Termina en este
peldaño la sexta unidad, denominada guerras militares cruciales.
44. Descansillo 6. Ciudades como objetivo; después de los
bombardeos estratégicos de la Segunda Guerra Mundial es difícil imaginar una
guerra de grandes proporciones en las que las ciudades no sean objetivo
primordial. Sin embargo, una guerra termonuclear será probablemente breve, con
una duración que puede ser incluso de unas pocas horas, pero en todo caso no
muy superior a un par de meses. En estas condiciones la importancia militar de
los núcleos urbanos como objetivo es más bien escasa. Las fábricas no tendrían
tiempo para producir armas, no podrían movilizarse millones de hombres y menos
aún entrenarse. Por tanto, las ciudades no serían objetivo militar urgente. Lo
dicho anteriormente no ha sido comprendido por los gobiernos o estrategas de
ambos bandos y por tanto es posible que precisamente a causa de esa
incomprensión se produzcan ataques a las ciudades.
45. Peldaño 39. Guerra de represalia a ritmo
lento; es la guerra del peldaño 33 llevada al extremo.
46. Peldaño 40. Acción de contravalor;
cuando se están llevando a cabo acciones del peldaño 39 es posible que uno de
los bandos, inadvertida o deliberadamente, lance gran cantidad de ingenios
sobre objetivos civiles.
47. Peldaño 41. Ataque vigoroso de desarme del
enemigo; es una ampliación del peldaño 34 para lograr el máximo posible de
daños, sin desplazar recursos de los objetivos militares.
48. Peldaño 42. Ataque devastador contra la
población civil; el enunciado es suficientemente explícito y sólo se
distingue este peldaño de la guerra «espasmódica» por el hecho de que se pueda
obtener un cierto grado de mesura y control.
49. Peldaño 43. Otras formas de guerra general
controlada; pueden existir muchas clases de guerras totales sin control
alguno y sin llegar a la guerra «espasmódica» (escalón 44) en la que cada contendiente
ataca sin discriminación las ciudades e instalaciones militares del otro.
En una guerra total controlada (o general
controlado) las acciones militares van acompañadas de amenazas y promesas y la
misma acción militar quedaría restringida a la obtención de la victoria por
medio de un tratado de paz aceptable, a limitar el daño producido por el
enemigo, a mejorar las perspectivas de posguerra, etc.
50. Peldaño 44. Guerra espasmódica o insensata;
se ha elegido la palabra «espasmo» porque describe la idea que se tiene de una
guerra crucial en la que sólo puede darse la orden de seguir adelante.
Naturalmente, se puede llegar a producir una guerra espasmódica, pero en esta
era termonuclear, hay que conseguir que el bando que lleva las de perder ordene
el alto el fuego, aunque no haya utilizado todas sus armas. Es el «momento de
la verdad» y los dirigentes que tienen a su cargo la responsabilidad e tomar
decisiones, deben comprender que no hay necesidad de producir una destrucción
inútil y contraproducente sólo por el hecho de que todavía se disponga de armas
que puedan ser utilizadas. Finaliza aquí la séptima unidad, guerras civiles
cruciales, y con ella la presentación de la segunda de las escaleras de Kahn. A modo de conclusión podría plantearse la pregunta de si este modelo de
escalada ha perdido totalmente actualidad o muchos de sus planteamientos
mantienen vigencia.
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