LEONARDO
(fragmento)
9.
Programa para combinatoria de 12 signos
2: Toda imaginación es un sistema de signos, una inteligencia
admirable como cuerpo de muchacha y el profesor –no el burro azul y con pestañas doradas– debe
perforar sus tarjetas mecanografiando este sueño.
3: a) 1 x 1 5 x 6 9 x 10 1 x 2 8 x 10 5 x 1
2 x 3 6
x 7 10 x 11 2 x 4 10
x 12 1 x 3
3 x 4 7
x 8 11 x 12 4 x 6 12
x 2 3 x 6
4 x 5 8
x 9 12
x 1 6 x 8 2 x
5 6 x 9
b) Tú amas tú amas contemplar fábricas
fábricas flores flores el cielo
de tu cuerpo
el
cielo de tu cuerpo donde donde
florece
esta mente florece esta mente
y
sueñas y
sueñas
no
ser otoño aún:
10. Todo esto (estudios/combinaciones)
son tautologías posi-
bles como un cielo abierto en una flor que
acaricias
y es sólo innegable apariencia porque su cam-
bio de sentido, en gramática, cualifica tu
mundo.
No han concluido aún los primeros estudios
pero su aplicación empieza:
tu cuerpo y el mío son el conjunto, una alegría
de flores bajo su propia sabiduría: no
una proyección geométrica con curvas tristes
y cifras ignorando estos sentimientos revueltos: la Bauhaus,
Kandinsky, Malevich, Le Corbusier han buscado integrar
el concepto de humano a la técnica, las formas
que cambian transfiguran los conocimientos marchitos.
pero el hombre, homo lundens, o faber,
permanece. Este poema, por ejemplo, elabora
un saber en el que podemos tranquilamente habitar
como en un sueño cuya realidad sólo procede
de poemas como éste impeliéndome a poner en marcha
al mundo, una verdad en cuyo sueño el hastío se quiebra.
SI TE
QUEDAS EN MI PAÍS
En mi país la poesía ladra
suda orina tiene sucias las axilas.
La poesía frecuenta los burdeles
escribe cantos silba danza mientras se mira
ociosamente en la toilette
y ha conocido el sabor dulzón del amor
en los parquecitos de crepé
bajo la luna
de los mostradores.
Pero en mi país hay quienes hablan con su botella de vino
sobre la pared azulada.
Y la poesía rueda contigo de la mano
por estos mismos lugares que no son los lugares
para filmar una canción destrozada.
Y por la poesía en mi país
si no hablaste como esto
te obligan a salir
en mi país
no hay donde ir
pero tienes que ir saliendo
como el acné en el cascarón rosado.
Y esto te urge más que una palabra perfecta.
En mi país la poesía te habla
como un labio inquietante al oído
te aleja de tu cuna culeca
filma tu paisaje de Herodes
y la brisa remece tus sueños
–la brisa helada de un ventilador.
Porque una lengua hablará por tu lengua.
Y otra mano guiará a tu mano
si te quedas en mi país.
EL
ARTE DE LA YERBALUISA
Beber un sorbo, después otro sorbo y
después otro sorbo, como si probara suspiros limeños. El primer sorbo, no muy
caliente, llena todo el paladar, impregnándolo de un sabor delicado mientras se
escurre por la garganta hacia el estómago. Ese primer sorbo, definitivo, como
el big-bang, llena de excelsitud al ser y ayuda a comprender la estetización
mental de la biología. El segundo sorbo, probado cuando se ha llegado a la
excelsitud del ser, rememora el sabor del primero y ayuda a comprender la
infinitud del universo. El tercer sorbo, y los siguientes, hasta agotar la taza
de porcelana oriental, sitúan la mente en el mundo y al cuerpo en su máximo de
comodidad. Esta planta se puede recortar y, colocada bajo los rayos del sol,
ponerse a secar para utilizar luego en la infusión. Un puñado de trozos de oro
en la mano. Si se desea, se puede echar en la taza de yerbaluisa tres
cucharaditas de azúcar.
SIMETRÍA
Tan bello como hacer el amor es pensar
simétricamente al mover las piezas del ajedrez: 64 cuadros fundan la variación
infinita de la mente, tanto como el placer causado por las 64 posturas
fundamentales del Kamasutra. Tanto el perfume francés Chanel como el pachulí
hindú, convenientemente usados, constituyen un despertar espléndido de la
poderosa sexualidad armonizada en todas las chakras del cuerpo humano. Si mis
trabajos filosóficos son superiores a Platón y Aristóteles no es por otra cosa
más que por la invención magnánima de mis matemáticas que expresa la riqueza
hecha universo.
DATZIBAO
De pronto perdí todo contacto contigo.
Ya no pude llegar al teléfono, recordar ese número y llegar a tu
casa que no conocí.
Ya no pude volar sobre ti como todos los días a las tres de la tarde
estas pobres alas no dieron más
y aquí me tienes ideando estas líneas que reflejan mis ojos cansados
de ir caminando con la mente y las manos repletas de yerba.
Yo fui el primer sorprendido.
La extrañeza de ser dos aves hurgándose el pecho y corriendo uno
detrás del otro entre las matas y bancas del parque.
y éramos arrojados fuera de nosotros mismos y por esto fue que
conocí tu ciudad
y me apreté contra ti buscando desesperadamente encontrarme en tus
ojos y amé todas tus cosas
y tu mirada angustiada y esa seriedad para responderme a ciertas
preguntas y cuestiones que nos diferenciaron para siempre de las personas
nacidas antes de 1950
tu maravilloso instinto agresivo desarrollado contra los males del
tiempo y portándote como en la más furiosa embestida
en la batalla por un lugar en el taxi que nos alejó miles de cuadras
más cerca de la pasión de la vida
hoy miércoles y no otro día.
Porque ya es hora de ir poniendo las cosas en claro y más que nada
empezar a ser uno mismo
un solo obstinado bloque de rabia.
tú por todo lo que para mí reflejabas lo más claro eres mi sopor
antes de echarte a gritar por estos sitios malditos
aún después de haber transformado esa palabrita bestialmente lúcida
en una flor obsesiva
que yo no quiero acariciar ni comprender el suicidio mi amiga es una
espera maldita.
como puede ser aguantarnos un par de horas más en el parque en medio
de un viento furioso que pugna por arrancar de raíz lo más nuestro de nosotros
y tú junto a mí convertida en mi aliento escuchándote aprendiendo de
ti a la Molina no voy más esa canción negra arde en mi pecho, me aplasta,
levanta, avienta a decir no contra todo.
Cada uno recuerda su primera caída.
Cada uno recuerda paso por paso los pasos que fue dando y los que no
dio porque en uno mismo está el propio enemigo.
Y yo me levanto para luchar contra mí - y me tengo miedo.
Lo perfecto consiste en desabotonarnos el torso mientras vamos
salvajemente penetrando en esta selva de arenas movedizas
y tu vida o mi vida no ruedan como esas naranjas plásticas que
eludimos porque tú y yo somos carne
y nada más que un fuego incendiando este verano.
La vida se abre como un sexo caliente bajo el roce de dedos
reventando millares de hojas tiernas y húmedas,
y no dijimos nada pero exigíamos a gritos destruir la ciudad, esta
ciudad ese monstruo sombrío escapado de la mitología
devorador de sueños.
Y el musgo creció como un verso clarísimo en tus ojos.
tú querías leer mis poemas aferrarte a ese instante de dulzura donde
jamás hubo límites entre uno y otro ser
y fuiste sólo una muchacha que pasó por mis ojos silenciosamente
pegada a mí a mi secreta manera de enredarme en las cosas de explicar un mundo
indeciso sembrado con piedras
yo que creí que nada era nada en cualquier lugar de este mundo
y de pronto me di con tus sueños como con un golpe de mar sobre el
rostro
y luego adiós porque todo y nada puede explicarse en el amor y
porque todo y nada se explica en nosotros y con nosotros.
ENRIQUE
VERÁSTEGUI (Lima, 1950).
Poeta, ensayista, narrador, dramaturgo,
guionista, físico y matemático peruano. Estudió economía en la Universidad
Mayor de San Marcos. Fundó el Movimiento Hora Zero, junto a los poetas: Jorge
Pimentel, Juan Ramirez Ruiz, Jorge Nájar, Enriqueta Belevan y Carmen Ollé. En
1976 obtuvo la beca Guggenheim de New York que le permitió viajar a Barcelona,
Menorca y París, donde llevó cursos de sociología de la Literatura en la École
des Hautes Études en Sciences sociales.
Entre sus obras tenemos: En los Extramuros del
Mundo (1971), Praxis, Asalto y Destrucción del Infierno (1980), El Motor del
Deseo (1987), Ángelus Novus (1989-1990), Monte de Goce (1991), Terceto de Lima
(1992), Taki Onqoy (1993), Albus (1995), El Modelo del Teorema (1997), Teoría
de los Cambios (2009), Splendor (2013).
*Selección de Martín Zúñiga Chávez
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