En
esa época este ser no tenía negocios de altos vuelos, por lo que este artículo,
trasladado al 2012 se lee así: "Una Sucesión Constitucional, trae una
secuela de negocios de consecuencias propicias para el inversor que, en una
nación distraída y mediatizada por la
delincuencia común que hemos fomentado junto al empobrecimiento metódico y
estratégico (es decir, nuestra vilolencia estructural), da mayores
oportunidades de empleo del recurso estatal para mantener a raya a la población
con salarios de hambre, en todos sus sectores... SOLO VENDRIA AGRAVAR la
capacidad de organización de los cabezas calientes, metiéndolos de lleno en una
complejidad de problemas que al final incidirán tremendamente en su capacidad
de análisis sobre el país, de sus empresas y de sus instituciones..."
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