Ellos han sido nuestros marinos, y por supuesto, abundan en Sabanagrande las historias de comedores, de "rectas infinitas", de "sustos en la cuesta de Moramulca", de muertos, de heridos, de constante luto familiar. Y es aquí, precisamente, donde nace la dignidad de los que decidieron realizarse como choferes, como amantes del paisaje y de las mil nostalgias que se agolpan en la mente del conductor como insectos estrellados en el radiador.
Y las quemas. Nunca faltaron las quemas. De ellas nacía el verano como sigue sucediendo hoy. Las quemas parecen que ocurren en un mundo lejano. Lo lejano adquiere significado en esa llama que sigue crujiendo mientras uno duerme. Nadie detiene al fuego; pareciera que se le considerara como a un viejo amigo que tiende a enojarse súbitamente, de la misma manera en que de pronto se calma, hecho ceniza en la palma de la mano.
Foto: Damocles Castro
Damocles me pide que le preste la cámara y va como siempre, feliz como un perico, haciendo disparos a todo lo verde. Hace un año, Damocles tuvo un accidente automovilístico que por poco lo mata. Estuvo hospitalizado y luego tuvo una larga recuperación en casa de su abuela, la profe Altagracia. Ahí lo cuidó, a las orillas del pozo malacate que tanto me intrigó desde niño. Damocles ha sido mi amigo desde los 7 años y compañero de cuánta aventura se inventara. Sacó esta foto con una sensibilidad que no me sorprende: sé que siempre ha tenido sensibilidad para muchas cosas.
Damocles vive, entonces, y lo celebramos!
En la aldea El Vino, allá en la finquita de Memo, los niños son otros pájarillos que llegan a abrevar al pozo. Ahí se entretienen hasta que va llegando la noche, "con esa vitalidad que tienen los niños cada vez que se acaba el día", como dice Norman Mailer, sugiriendo el homenaje con que todo niño despide a la luz.
Y luego los fantasmas, y luego el empedrado y sus ecos.
En la escuela, teníamos clases de catequesis los miércoles, a la 1 de la tarde. Sor Isabel llegaba con una tornamesa y un lp de 45 que iniciaba la duermevela a puros coros que debíamos aprender.
Amiga de mi abuela María, Sor Isabel me permitía tomar café en la casa cural, los sábados por la tarde. ¡Era el pan más delicioso del pueblo! y claro, luego me mandaban a rezar tres Aves marías como agradecimiento, al altar más fresco de la iglesia.
Todo lo demás, era el reino del cadejo. De lo oscuro. Del silencio.
F.E.
3 comentarios:
Mi abuelo se topó una vez con el cadejo, y lo orinó.
Jajajajajaja, claro, se dijo a sí mismo: "No te tengo miedo, coyotío, no te tengo miedo, escuincle, no te tengo miedo aguacatero..." dio dos vueltas, orinó en cruz y cantó.
¡El Negrito se las sabía todas!!
Le describo a continuacion los carros mas famos de mi pueblo
1 carreta bruja de don pablo se mel ovida el apellido
2 los tigres, de el club de casa
3 el de gustabo solorzano, mi suyapa que tenia como objetivo
viajar los los primeros del mes a aldea de suyapa, SU ABUELA CLIENTE 1
y el mas famoso uno de los pioneros del trasporte el sr Lorezo rivera
de grata recordacion, otra cosa escriba algo sobre ¨DEMASIADO¨
NO ME PREGUNTE SOBRE EL ARGUMENTO PIENSELO
Roque Casro
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