Benoît
Hervieu
Despacho Américas / Americas desk
Reporters sans frontières
Estimado
Benoît:
Lamentablemente,
comunicándome contigo para informarte de un incidente sucedido
esta noche , al colega Arnulfo Aguilar, Director/Fundador de Radio Uno,
medio de comunicación alternativo que funciona en San Pedro Sula,
departamento de Cortés, segunda ciudad más importante del país.
El
colega Aguilar tiene su residencia en la comunidad de Chamelecón, a
varios kilómetros de su centro de trabajo, y como lo hace siempre, al salir de
su programa a las once de la noche, se dirigió hasta ella.
Al
acercarse, se alarmó pues un grupo de aproximadamente diez hombres
armados y extraños al lugar en el que vive, merodeaban por
los alrededores, logrando percatarse que por varios de ellos, cubrían su rostro
con pasamontañas, razón por la que decidió tomar una opción de
ingreso diferente a la que usualmente utiliza.
Al
ver acercarse su vehículo a la casa, los sospechosos corrieron hacia él,
pero gracias a una rápida maniobra de ingreso, logró evitar la
agresión que era evidente iva a producirse.
No
bastándoles con la intimidación, saltaron al interior de los muros de su
residencia y prácticamente rodearon la casa, misma que abandonaron al
escucharle pedir auxilio a sus vecinos y llamar a la policía.
A pesar
del llamado angustioso que hizo a la policía, esta tardó más de una hora en
acudir en su auxilio, tiempo que de no haber contado con un buen sistema de
seguridad en su casa, hubiese sido más que suficiente para acabar con su vida.
Aguilar califica
esta acción como un homicidio frustrado y hace una vinculación directa
de la agresión con uno de los temas abordados en su programa esta
noche, en el cual se refirió a información publicada en el famos espacio
WikiLeaks, que vincula a las Fuerzas Armadas
de Honduras en la provisión de armas al mercado negro en México y el
Colombia.
La
Secretaría de Defensa de Honduras negó esos hechos, pero Arnulfo
Aguilar recordó a su audiencia, detalles de otro escándalo similar, descubierto
por él mismo años atrás, que vinculaba al batallón
militar de Naco, cuya sede es el mismo departamento, desde donde
transmite Radio Uno.
Es
importante recordar, que desde el Golpe de Estado del 28 de junio del
2009, esta emisora y su personal han sido víctimas de múltiples
agresiones e intimidaciones, supuestamente de parte de agentes militares
y policiales, con el propósito de impedir el ejercicio pleno de la
libertard de expresión.
Uno
de esas agresiones más brutales se produjo el 15 de septiembre del 2010, cuando
la policía reprimió brutalmente un acto cultural que se desarrollaba en la
plaza central de San Pedro Sula, convocado por el Frente Nacional de
Resistencia Popular (FNRP), misma que se extendió hasta las instalaciones de
Radio Uno que hacía una transmisión en vivo de dicho evento.
Sin
importar que se trataba de un medio de comunicación y propiedad privada,
las instalaciones de Radio Uno fueron allanadas ilegalmente por la policía,
cuyos agentes quebraron puertas y ventanas, amenazaron al personal que
transmitía en directo los sucesos y sacaron de su interior a algunas
personas que llegaron hasta allí, pidiendo auxilio, las que
fueron arrastradas fuera de la radio y golpeadas brutalmente.
Dado
los elevados niveles de intimidación de que el personal de esta radio ha sido
víctima, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) les ha provisto
de medidas cautelares, las que igual que ha sucedido con las radios
comunitarias Faluma Bimetu (Coco Dulce) y La Voz de Zacate Grande, han sido
inefectivas para evitar las agresiones, como la de la noche de ayer.
Me
suscribo de ti, a la espera de las acciones de denuncia que puedan hacer a
nivel internacional.
Notificación enviada a Sandra Maribel Sánchez, Directora de radio Gualcho
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