Falso.
Nadie avisa a nadie.
No hay tiempo.
La realidad es un bloque desprendido de un glacial.
Se te vienen las eras encima
los antiguos pingüinos emperadores
las osas polares con sus crías
el lago de Vostok íntegro con todo y su virginal agua pura.
No hay número íntimo presto a marcarse
no se cae un vaso a mitad del almuerzo de nadie
la realidad es un contenedor que pierde el equilibrio en la curva más pronunciada
no hay tiempo de evadirse
se te vienen encima latas de conserva, melones y mariscos
todo queda sobre vos y vos te congelas de inmediato
no hay grito
ni abrazo extraño por su exceso
ni plantita que se riega con esmero antes de salir de casa
ni mariposa negra revoloteando en la sala
ni reloj que se detiene con batería nueva
ni crepúsculo visto tomados de la mano
ni sorpresiva carta que se deja en el dintel con juramentos y te amo
la realidad es un bloque de apartamentos que se deslizan junto a la montaña
no es posible sacar los muebles
no es posible sacar las vajillas de la boda
no es posible volver a tener la fotografía
donde medio mundo aparece feliz y vos estás distraído
la realidad tiene prisa
pasa el viejo ejército sobre el Bósforo
tiene prisa
pasan los enormes bloques de piedra hacia Copán
tienen prisa
y vos te quedás abajo y no podés escapar
no dijiste adiós
ni entibiaste la bañera para cortarte las venas
ni frase célebre
nada
aplastado queda el que gran artista muere conmigo
y punto.
Sos nota roja pulsando
entre las manos de un sacerdote que abre tu pecho
con hermosos brillos de obsidiana.
F.E.
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