Les cuento desde Caracas, Venezuela.
Karla Lara
Cantora feminista
Por acá andamos en el X Encuentro Internacional de Intelectuales, Artistas y Luchadores en defensa de la Humanidad, “Plan de la Patria 2013-2019: pensamiento y acción de Hugo Chávez”. Nos invitaron a Miriam Miranda, Luis Méndez y quien les cuenta, Karla Lara, que pertenecemos a manera individual o desde nuestras organizaciones (en mi caso, Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras) a la Convergencia Refundacional, y hay una delegación oficial del Partido Libre, representada por Patricia Rodas y Gilberto Ríos.
Caracas es una ciudad grandota, llena de multifamiliares, hay ropa colgada que sale de pequeñas ventanas de enormes edificios que te hacen recordar que allí vive muuuucha gente de a pié, gente trabajadora, que exhibe al sol sus trapos, los airea para que agarren otro olor; acá hay largas y anchotas avenidas tupidas de carros, buses y motos que sortean avanzar escabulléndose, como en Tegus, a costo de quedar aplastados por un chofer de rapidito tan intrépido como ellos.
Caracas se parece a Tegus pero como en grandote, los cerros están tupidos de casitas, solo que acá como que las pintaron hace poco, le pusieron color a sus estructuras viejas y amontonadas, así como se apretuja la gente que busca en la urbe la ausencia de oportunidades que le expulsaron de su tierra, por eso contrastan con esas infraestructuras imponentes que ponen en un piso sobre otro lo que en nuestras ciudades hacemos en andenes porque todavía hay espacio para crecer a los lados, y debe contrastar mucho más con los extremos de la opulencia con que vive la farándula de las pésimas telenovelas y de esos programas de malos chistes que miramos tanto por nuestros lares y la de los dueños de la industria petrolera, hasta me cuesta imaginármelo porque todavía no hemos pasado por allí para saciar nuestra curiosidad.
Nos han hospedado en un hotel enorme, los pasillos podrían ser, en opinión del cantautor chileno Pancho Villa, la locación perfecta para una película de terror, silenciosos, estrechitos y una puerta tras otra donde hay una artista, un turista, una negociante, una diversidad quiero decir, quién sabe cuánta gente cabrá por acá; pero de ese montón hay al menos 200 que nos juntaron para pensar colectivamente en el legado que nos dejó el Comandante Hugo Chávez.
Venir a Venezuela en estos tiempos es políticamente importante y humanamente es muy fuerte porque el luto y el dolor anda muy fresquito en la gente, los discursos de cada quien lo evocan con tal pasión que una permanece con los ojitos aguados, se entrecortan las voces de las expositoras y expositores, y una se contagia y abre su baúl de anecdotarios, de los discursos que escuchó, de las frases que se le quedaron grabadas, de las que perversamente disfrutamos porque su irreverencia puso en jaque a imperios, a Reyes, a machos, y te das cuenta que el dolor es tan grande porque no hay nadie que no tenga un pedacito y un dolor de Chávez en sus luchas y aplaudimos gritando en esa mezcla de tristeza, orgullo, impotencia y de manera convincente “Chávez no se murió, se multiplicó”
A mí me gusta la música, pues como no, si tengo el privilegio de dedicarme a lo que me gusta, pero creo que a veces me gusta mucho mas el ruido, me gusta la gente que hace ruido, que rompe esquemas, que coloca en el espacio público lo que es susurro de pasillo o comidilla entre camaradas y creo que hablar del legado del comandante es hablar entonces de su ruido, de su irreverencia, de su genialidad que rozaba ese fino límite que colinda con la locura, y bueno, yo que no me canso de poner el tema de la relación de poder entre los hombres y las mujeres, agradeceré como parte de un movimiento feminista, el haberse nombrado así desde su uniforme militar y su rigidez porque colocó esa palabra en la boca de muchas y muchos, aporte importante en esa necesidad de des-satanizar esta propuesta política antipatriarcal.
Este Encuentro, como casi todos los encuentros es ambicioso en sus metas, es metodológicamente complicado y como todos los espacios mixtos de discusión masculinamente predominante, no sólo en la cantidad de hombres que si asisten o son reconocidos en tan “altos rangos” como el de intelectual o artista, sino en las cabezas masculinizadas de las mujeres que sienten que llegaron a ocupar posiciones de “hombres”, porque lejos de apostarle a que ese sea el lugar que nos corresponde, piensan que le robaron a otro macho el puesto que ellas se han ganado por ser tan “machas”.
Yo que pensaba que eso de las resistencias al feminismo eran falta de lectura, de conocimiento teórico, de experiencia política, le vengo a sumar al luto colectivo de Chávez en el privilegio de experimentarlo en la misma Venezuela, que no es sino la ignorancia de la clase letrada a perder un privilegio más por sobre lo que el conocimiento les ha otorgado como la clase ilustrada y culta que se suponen ser.
Para reiterar que los poderes son muchos y se construyen de diferentes formas, tuvimos la suerte de visitas al Encuentro, vinieron compañeras y compañeros de los movimientos sociales, campesinos, de la diversidad sexual y tuvimos conversaciones fuera del gran encuentro, para recordarnos ver a través de la ventana del hotel y reparar en esos multifamiliares que apiñan gente y sobre todo mujeres, niñas y niños queriendo entender cómo se hace ese “feminismo” que dijo el Comandante para que no sea solo socialismo y que como dicen la consigna, <>.
Gracias Comandante porque su vida es lo que nos ha reunido, porque Usted está más vivo que nunca.
LA REVOLUCIÓN SERA FEMINISTA, O NO SERÁ!!
1 comentario:
Gracias Karla. Feminismo o barbarie.
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