miércoles, 26 de enero de 2011
Darwin Rodríguez, un compañero artista que se nos va
Ayer había mucha gente en el concierto de Los Solistas, Darwin y vos estabas entre todos. Todos eran vos. Te gustaba eso. Por eso te ibas a las grandes marchas con la soltura de un surfista.
No recuerdo cuándo fue que te conocí, pero siempre nos saludábamos con una complicidad de rockers trasnochados. Vos me recordabas a Calamaro y así te lo decía. Vos traías una banda sonora entre manos, siempre.
Cuando me fui a ver la exposición de TACOM (Taller de Arte Contemporáneo que recibiste de Léster) vos fuiste el que más alegría me dio, vos fuiste el que me hizo salir de MUA con toda la fe en vos.
¡Esas fotografías de los turistas chicleros y transeúntes perdidos bajo la patética réplica de la Torre Eiffel tegucigalpense!
¡Un sentido del humor así no es fácil de encontrar, Darwin!
Pero bueno, Vos estabas entre todos y todos eran vos. Querías retratarte en ellos. Hoy te fuiste como los grandes, poeta, sólo los paparazzi faltaron en esta madrugada, sólo el tren impactándote, sólo vos con tu pie a fondo en el acelerador y con Bumburi a toda madre.
Te voy a recordar a puro rock, viejo, a pura poesía huraña, ahí, en esa ondulación del humo que flotará sola en Paradiso.
Buen viaje, compa.
F.E.
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