domingo, 18 de octubre de 2020

Teófimo López y la hondureñidad

Foto: Marca.com (MC)

Con cada vez más frecuencia, la hondureñidad se enfrentará a la realidad de que su presencia, fracasos y logros no solo se limitan al territorio sino que, al ritmo en aumento de la diáspora esto sucederá en todos los ámbitos donde tenga oportunidad de expresión una hondureña u hondureño. La realidad sociopolítica ha acrecentado exponencialmente la huída del país. No todos pueden salir, pero en los últimos años hemos sido testigos de una hemorragia poblacional en forma de caravanas que no detiene ni la pandemia del Covid-19. Las causas son puntuales: la dictadura y su frívola empresa privada han encontrado que la mejor forma de sostener el status quo es promoviendo la expulsión a través de múltiples acciones violentas.

Dezconozco el por qué emigraron de Honduras la mamá y el papá de Teófimo López, pero no hacen falta detalles para entender qué hizo de Brooklin, New York, la cuna del nuevo campeón de Pesos Ligeros de la Organización Mundial del Boxeo. En constraste, no hay forma de saber cuál será el próximo e hipotético campeón mundial de esgrima que aún no nace y aún va en el vientre de su madre en una de las caravanas hacia Estados Unidos. Cuando acaecía en el 2018 el pico más alto de la huída en masa de Honduras en forma de caravanas, el sentido de desventura y solidaridad alcanzó el nivel de conmoción nacional entre la población que se quedaba. Poemas, loas, canciones, material audiovisual, reportajes de las grandes cadenas noticiosas del mundo, todo esto fue recibido como un eco doloroso y comprensivo para nuestro desgarre: ahí iban nuestras esperanzas de cambiar adentro del país el ansiado cambio y el cambio iba gritando fuera joh en cada frontera que atravesaban. La ahogada, el mutilado, el secuestrado, la violadas, las perdidas entre los laberintos migratorios, las niñas y niños separados, todo pulsaba con un dolor masivo. En cada una de las madres migrantes veíamos a la nuestra tratando de rehabilitar la estatura humana de sus hijos, aunque sea en el azar del norte.

Y utilizo la palabra rehabilitar desde lo que Frantz Fanon sigue recordándonos en términos de lo que motivo muy profundamente al que triunfa sobre el determinismo de la pobreza y el colonialaje... "los desclasados (los humillados, los violentados, agrego yo) no se rehabilitan en relación con la sociedad colonial, ni con la moral del dominador. Por el contrario, asumen su incapacidad para entrar en la ciudad salvo por la fuerza de la granada o el revólver. Esos desempleados y esos subhombres se rehabilitan en relación consigo mismos y con la historia". Y ahí estuvieron anoche los puños de Teófimo López en lugar de granadas y revólveres, ahí, sobre el cuadrilátero resonaba, en cada campanazo final de cada round, una oportunidad más para sostenerse de pie, sólido como una multitud apretada contra una valla fronteriza, concentrado como sueño del que se despierta para continuarlo durante el día, hondureño como los millones de encarcelados  que pagarían por recibir todos los golpes de un ucraniano con tal de estar parados sobre el suelo del otro sueño.

Una larga reflexión ha comenzado y lo ha hecho con un triunfo mundial. Los boricuas ya están bien encaminados en las posibles síntesis, los cubanos también hacen revolución diaria con todo lo que en su ser se contradice cuando suena el nombre de Cuba, más allá o más acá de los tiburones del estrecho de Florida, los dominicanos, los sirios, los salvadoreños, Centroamérica completa sabe los que el Escorpión y El Muñeco han necesitado para triunfar: condiciones, las ansiadas condiciones que rehabilitan nuestra dignidad yq ue hicieron que Teófimo no olvidara coser la banderita de Honduras en su calzoneta de batalla.


F.E.

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