Foto: Fabricio Estrada
LA RUTA
Revolución del espíritu
Medellín, 2017
Entro en aquella senda
de
cortes en el rostro
La música suena
aunque
apagados estén los parlantes
Espíritus monótonos
monopolizan
el paisaje
Padre, madre, hermanos
¿dónde
dejaron su sombra?
Vuelta de senda
con
más chicotazos en el cuerpo
Madre mía
¿cómo
se deshizo el mundo?
La flautista traversa
hace
un solo en el triángulo de la noche
Entro en el ritmo
Las
palabras hacen una danza que destila
Sangre de sangres y sangres
La
selva tiene huellas circulares
¿Cómo le darás la mano?
¿o
un beso?
No es sino con el corazón
que
el cuerpo cavila
Y oye con los oídos
que
cuelgan de la techumbre del cerebro
La senda es larga como una carreta
pero
caminando se anda
Coagulemos todos con fuerza
¡Vamos,
dale, puja!
Por cada parto caen lágrimas
que
se transforman en hongos al borde del camino
¿Cómo hacerse gigante o pequeño
sin
ser mísero ni mezquino?
El sendero tiene ojos
y
las paredes orificios donde entran las estrellas
Conjuro en los pliegues del vestido azul
De
lo obvio ni hablar
¿Cuántos trajes yo no diera?
¿cuántos
mandamases y estafetas?
Dolor de la montaña y colmenas humanas
No
hay imaginación
El río se seca
y
los árboles raquíticos se pronuncian con angustia
Soplan los abuelos el recuerdo
que
se esfuma en el viento del sur
“Lo esencial es invisible al estado”
Caos
orgánico
Yo pensaba que los ciegos no miran
Habitantes
del misterio
Estar satisfecho es estar muerto
Ríos
de palabras y hormigas de cartulina
Los cortes en el rostro desaparecen
Pintura
ritual
Bajo la suela de los peregrinos se alisa la senda
Caminando
se anda
UTOPÍA
Figúrate que te despojan
te dejan sin nada
desnudo contra la primavera
Figúrate que te ríes
y abandonas el trabajo el domo
la nada
y descansas frente a la
primavera
Figúrate que te olvidas
y desaprendes todo tu
entrenamiento
que anadeas como pato
entremedio del huerto
Figúrate que no hay raza rencor
remedio religión
ni estado
que los cristales que te
separan del arte se trizan y borran lentamente
Fíjate bien en lo que digo
Figúrate que pierdes el miedo
la lengua la anorexia
que se acaban las armas el
tedio la bulimia
y abrazas a tu pareja
que recoges el alimento de los
árboles
y cosechas el cultivo
que te mantiene sano todo el
invierno
Figúrate ser libre
sin número ni fronteras ni
archivos
que te despojan del peso y
brotan tus ojos
que abandonas el trabajo el
domo la nada
que desaprendes tu nombre
y descansas tranquilo en medio del
huerto
YAGÉ
Para Álvaro Leiva
Somos cristales
¿Qué somos?
Perlas enlodadas que limpian la
mente
Residuo turbio del pedregal
Perlas pedregosas que palpitan
Turbulento río que entra por la
boca
y sale del cuerpo
La serpiente alba es una estela
en penumbra
Siluetas de troncos y ramas en
movimiento
Al fondo las raíces acuáticas
rozan con sus vellos el vuelo
de gusanos rectos
lanzados desde la oscuridad
Culebrillas verdes y moradas
La cuerda cobriza del cerebro
se suelta como caja de música
en silencio
Perlas sin habla cuyos tímpanos
nítidos
oyen el sibilante zumbido de
las flechas
¿Qué somos?
¿Una luz inyectable que
encandila
un brinco fugaz visto de reojo
la bolsa amniótica donde
balancearse
y estirar los dedos?
¿O párpados abiertos que se
vuelven a cerrar?
Ver el tiempo como espejo
infinito repetido en otro
La misma imagen
cúbicamente recortada por todos
sus costados
Beberse un río
con fango e insectos
Saltar del túnel
al valle de las cosas claras
Luz matinal
La aparición de la corteza como
lomo de lagarto
El flujo incesante que contiene
el pensamiento
¿Qué somos?
Una cristalería de lujo que hay
que limpiar
WIRIKUTA
Cuando el jaguar se alimenta
alguien muere
Un halcón surca el desierto
Queda su estela flotando
Valle de carne
Peregrinos del venado azul
La montaña yace en silencio
Abre sus ojos en la oscuridad
EL ANIMAL TIENE
HAMBRE
El
animal tiene hambre
de
fulgor y estambre
Tiene
hambre
Ha
muerto tratando de cazarlo
Suspirando
última
y fatalmente
El
hambre brinca
Tiene
vigilias
Hay
lomos liberados
que
bailan / se calientan
Beben
agua con sospecha
La
hambruna enrarece
¿O pan
o azúcar o té
o gas
o la
mano tierna?
El
animal tiene hambre
de
bondad
Famélicos
aquellos que engordan
dejando
sin comer al otro
u otra
que
permaneció atenta a sus cachorros
El
animal tiene hambre
Recorre
zanjas
lomas
Viaja
Se
para en dos patas y escarba la colmena
Abre
sus alas y se arroja de un risco
El
animal tiene hambre
cuando
va en bandada
o
vende sus pulmones sus ojos
su
bondad su bronca
que
quedan colgando de los ganchos de la carnicería
No hay
matarifes sin matadero
hay
una revista. un cuento. una micro
y el
barrio donde se crió el que escribe
Hay
matanzas
Generales
los jiferos que llevan delantal plástico
o
cotona blanca como los doctores
los
químicos los curas los investidos
O
botones dorados / jinetas
o
terno
A
cuero limpio
o
sudado
Cuando
el animal tiene hambre
todo
está tenso
Se
desmoronan los libros
se
parte la tierra
En el
jardín brotan flores de otoño
En la
glorieta irreal y necesaria
corre
la brisa
pasa
la gente
El
hogar es uno
que
fuma sentado en el patio de su casa
o en
un hotel
o
aguarda silencioso en el rincón de la infancia
o
espera afuera
hasta que
abran la mampara
El
hambre sale y entra por las rendijas
Hace
ranuras
Respira
Trepa
rejas
Se
alimenta
El
animal en cambio no espera
desfallece
o muerde
Tiene
hambre
y frío
No
sabe vivir
con
dolor y angustia
pero
trata
Se
prepara once / se baña
o no
se baña
Se
harta hasta el hartazgo
Sorbe
Remoja
el pan
Se
serena un rato
QUEDARSE
Quedarse
como si eso fuera lo importante
Quedarse ciego como Borges
o el eterno Homero
Quedarme con pena
lentamente
mientras el resto parte
Quedarse y quedarme
como si pudiera quitarle el anillo a la muerte
Quedarse con uno
o
quedarse con ella
tomados
de la mano
y
tristes
por
si acaso
Quedarse en un país
o
quedarse en el terruño
Ir quedándose de a poco
como gato callejero que se hace el adoptado
Quedarse a este lado de la acera
o
quedarse sin fuego
bajo
la bruma de los que parten
Quedarse por un tiempo
o quedarse para siempre
Quedarse calvo como el amigo Leiva
O quedarse simplemente
como se quedan los muertos
quedarse mudo o
quedarse huérfano
quedarse
quietamente
hasta que pase el invierno
A
Paul Celan
Cómo comer helado en paz
junto a mi hijo y mi novia
cuando caen las bombas en Gaza
y esos niños que hace un minuto jugaban en la arena
quedan destrozados como ardillas en una carretera?
Cómo mirar el sol
cuando los misiles derriban aviones comerciales
y esos hombres rudos con balaclavas
transan el odio por la muerte?
Cómo desayunar a la sombra de la secoya
cuando hay sesenta mil menores detenidos en la
frontera
en un desierto más vasto que el océano?
Y cómo ver la final del Mundial de fútbol
cuando todavía penan las almas del Estadio Nacional
y en la isla del Diablo
Dreyfus desfallece
acusado de traición y terrorismo?
La mano asesina apuñala a una muchacha en Buenos
Aires
El dedo del sicario corta las extremidades de su
víctima
Cómo seguir siendo prisionero en el tren del mundo
cuando Cristo ha vuelto a ser crucificado
y la biblioteca de Bagdad arrasada
y los budas
de Afganistán derrumbados?
El único fantasma que recorre el planeta es el de
la extinción
y las bombas de racimo no inventaron el futuro
ni los drones alumbraron el pasado
POEMA EN PROSA
Se reúnen a estudiar sus nombres
y repetirlos en comparsa
ante el tifón que fustiga las
flores del tiempo
Se reúnen y apilan sus pergaminos
porque el poeta que no es un pájaro
legendario
es un pantalón oscuro que huele a
muerto
En la mesa comunal nadie iza sus
medallones
porque el espíritu no tiene dueño
ni fantasmas encandilados por las
pantallas de Moloch
Los leguleyos alquilan sus almas
y cantan el sueño de otro que
alguna vez quiso aletear
enumerando las haches que tiene el
diccionario
Se reúnen con la esperanza del amor
en cuartos de hotel caliente
porque el frío que emana de su
prosa
no se equipara a la poesía que
habita en la boca de los locos
Se reúnen con sus cuerpos lánguidos
en el espectáculo de la nada
a recitar palabras huecas que se
resquebrajan como conchas de su madre
IQUITOS
La
idea de la muerte es más fuerte que la muerte misma
Fantasma
que vuelve por amor
Recuerda
la sonajera del derrumbe
El
miedo convertido en gozo
La
selva es un lugar para morir
Después
de la muerte solo queda la vida
BÍPEDO IMPLUME
Animalito,
diga
no sea
tan obseso
No ve
que no pasa nada?
La
mañana es una rata que entra de madrugada
No se
ha dado cuenta que el guante está vivo
y hay
huesos en la entrada
No,
animalito
no
diga eso
Donde
unos entran
otros
salen
Y si
le sirve de consuelo
sepa
que ayer fue jueves
Que
siempre habrá un mes llamado septiembre
y
besos de porcelana
Diga,
animalito
y
repítalo en lontananza
Es
cierto de verdad?
Mírese
a lo largo de su cabello
Y
manténgase contento, animalito
porque
el sol es redondo
Y
juegue, sí
juegue,
animalito
aunque
le suene feo—
mírese
por dentro
Jesús Sepúlveda. Poeta,
ecoanarquista, psiconauta y viajero. Es doctor en Lenguas Romances y docente
universitario. Ha escrito ocho libros de poesía y tres de ensayo, incluyendo la
antología de sus poemas selectos Poemas
de un bárbaro (2013) y el texto de crítica en inglés Poets on the Edge (2016). Su libro El jardín de las
peculiaridades (2002) ha sido
considerado el primer manifiesto anarquista del siglo XXI, contando con
reimpresiones en más de diez países. En 2009 Pulso Films llevó al cine su
tercer poemario Hotel Marconi (1998).
La obra de
Sepúlveda ha sido traducida parcialmente a nueve idiomas y publicada en una
veintena de países, llevándolo a participar en numerosos festivales de poesía y
lecturas alrededor del mundo.
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