No es que me guste empezar (en este caso retomar) las columnas citando, simplemente encuentro pragmático utilizar una idea contundente como hilo conductor de algo que quiero decir de la manera más sencilla, en todo caso, me exonera de mí mismo. En su libo Descolonizar el saber dice Boaventura de Sousa Santos que es tan difícil imaginar el fin del colonialismo como es difícil imaginar que el colonialismo no tenga fin. Si la premisa es cierta, podemos pensar que en algún momento próximo o lejano, pero en algún momento, Centroamérica dejará de depender tan eximiamente de las literaturas a las que hoy se circunscribe periféricamente. En lo personal diviso lejano ese horizonte epistémico.
Sin embargo, hay ciertos escritores que me hacen recobrar la fe en que este incierto futuro se pueda precipitar antes de lo esperado. Son, a mí parecer, incansables revolucionarios de la poesía, de la literatura centroamericana, últimos bastiones de ciudades en ruinas, como si alguna catedral quedara en pie después de un holocausto nuclear, así resisten estoicos dos o tres poetas por país; tal es el caso de Fabricio Estrada y Mayra Oyuela en Honduras.
http://otrolunes.com/33/otra-opinion/diagnostico-sobre-la-poesia-centroamericana-ii/
http://otrolunes.com/33/en-la-misma-orilla/en-las-galeras-y-otros-poemas/
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