Si el lenguaje de la poesía no es el que hablamos cotidianamente ¿quién es el que habla? A partir de esta pregunta, abordo los poemas de Raúl Padilla Fernández, casi en la complicación de querer resolver un cubo-llave que pone en movimiento el mecanismo de lo hermético. La palabra parte de la superficie, ya sea piel, agua, nube o la pupila del deslumbramiento; luego va hacia adentro, casi constructo físico que retuerce la fibra muscular. El ojo de la vaca de Buñuel. El rubik de Hellraiser. Un cuerpo dentro del mismo cuerpo que se gira para acomodarse y dormir bien.
ARS POÉTICA I
La escritura
laberinto sin puerta.
laberinto sin puerta.
La mano
ojo ciego hacia la nada.
ojo ciego hacia la nada.
Mi mano sombra de manos,
saliva de otras lenguas,
carne cruda de otro hueso.
saliva de otras lenguas,
carne cruda de otro hueso.
El oído frente al poema
escucha dos veces el mismo disparo.
escucha dos veces el mismo disparo.
ESPEJO
Acá jardines rotos
afirmación del precipicio.
afirmación del precipicio.
En el secreto nace la contradicción.
Coloco una soga,
desgarro primitivo:
dulcísima resistencia
contra dios.
desgarro primitivo:
dulcísima resistencia
contra dios.
En el cuerpo del poema
mi sombra baila su silencio.
mi sombra baila su silencio.
FOTOGRAFÍA
A Lilian Stein
Deletreo la luz
que de tus manos cae.
que de tus manos cae.
Soy un punto agrio
en el mapa de la aurora.
en el mapa de la aurora.
El hospital se cierra
como un abrazo contra la nada,
contra mi pecho,
contra tus ojos hasta entonces abiertos.
como un abrazo contra la nada,
contra mi pecho,
contra tus ojos hasta entonces abiertos.
TELEGRAMA
A Lilian Stein
Escrito está mi nombre a través de tus ojos
detrás del cristal
como si el dolor que debías llevarte
decidieras dejarlo entre mis manos.
MONOMITO
La serpiente muerde su cola.
Yo muerdo la noche
en que descubrí tu sombra.
en que descubrí tu sombra.
FOTOGRAFÍA II
Caigo tranquilo dentro de mí:
gota de sangre
en un vaso de leche.
en un vaso de leche.
ARS POÉTICA III
(O PRIMER ENSAYO SOBRE LA HONESTIDAD)
¿Y qué importa si no es mi piel la que se rompe,
si no son mis muertos los que lloro,
si mis oídos no escuchan las moscas,
si no veo blancas las cruces,
si no me importa
que esto no le importe al lector?
El cuerpo que sangra
no pregunta el porqué:
está muy ocupado sintiendo.
(BREVÍSIMO DECÁLOGO DEL BUEN LECTOR)
- El ojo escucha la respiración de la mano.
SOBRE EL AUTOR:
Raúl Padilla Fernández (La Habana, 1967) Poeta, ensayista y traductor. Ingeniero Electricista por la Universidad Tecnológica de la Habana José Antonio Echeverría.
Miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y el Registro del Creador Literario. Tiene publicados los libros Paradiso revisitado (Ensayo, Editorial El último caso del inspector, 1994), Puerto Reptil (Poesía, Editorial Raindrop, 2006) Ruido Blanco, antología de poetas contemporáneos de habla hispana (Poesía, Editorial Laberinto, 2010) y Arcoiris Monocromo (Poesía, Editorial Laberinto, 2017).
Editor de la revista Aliteral y fundador del taller literario Omisión de la noche.
Ha obtenido premios y menciones en concursos nacionales e internacionales
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