Resulta paradójico que Tom Hanks aparezca -sí, sólo aparece, no actúa, como ya nos tiene acostumbrados en sus últimas películas- en esta película distópica sobre las redes sociales. Paradójico porque en él sí que es un círculo cerrado abordar un tema sobre los usos tecnológicos de las redes. Al parecer Un holograma para el rey no le fue suficiente ¡y vaya que fue mala! para dar fin a aquello que comenzó con la noventera You've got mail (https://www.youtube.com/watch?v=6vngB182CBQ), una comedia romántica que utilizaba el novedoso -y en ese momento incipiente cultura comunicacional de masas- correo electrónico como hilo para construir el romance. Y claro, aún no existían los wikileaks que le quitaran inocencia y diversión aquellos mensajes aún prístinos.
Tom necesitaba ir por otra, pero ya en un plan de desencanto y de temor ante las oscuras posibilidades y realidades de la red social, lo que nos pone en un perfecto ejemplo de cómo stockearle el perfil a un famoso desde sus inicios. Y es que Tom nos puede servir para darnos cuenta del poco tiempo que pasó para que aquello que nos trajo el e-mail en facilidades y dinamización de las pláticas, trasiego de archivos, etc., se convirtiera ahora en lo que es: un monstruo lascivo con más de dos mil millones de ojos escrutadores e insaciables, un arma para chantajear, desprestigiar o elevar a figura pública a miles de estrellas anónimas, virtud pública fulgurante y frágil, tan frágil que el más leve bloqueo desmorona.
Al salir del cine casi he creído que se me estaban dando un mandato urgente de cerrar de inmediato mi perfil en Facebook. La angustia posmoderna llegó a mí. Me decía: ¿qué más mostrarás más allá de la poesía a tientas y precarias fotografías? ¿La foto de cuatro años con los espaguetti embarrando mi cara o la foto semidesnudo donde mido la disminución de mi barriga cervecera?¿Cuánto más de tiempo estás dispuesto a ofrecerle a tu facebook? El caso es que la película te pone en una posición de ver lo que ya pasa como si esto fuera ciencia ficción y no los suicidios que ya se vienen transmitiendo en vivo junto a gente que en la agonía de un accidente o intervención quirúrgica prefiere mandar en Live cam sus últimas palabras... y saludos a todos los que me siguen.
Casi uno llega a creer en que no está pasando nada de esto y entonces revisás las noticias y te encontrás con las imágenes del ruso linchado en Cancún (https://actualidad.rt.com/actualidad/239032-linchamiento-mexicano-lordnazi-ruso-sacudir-pais) luego de un viral que activó el ultra nacionalismo y el pundonor, que ya a estas alturas en México tiene la furia de una incursión de carteles. Entonces sí que funciona pedir por las redes que se ubique a alguien (el Search souls de la película), algo parecido a un pokemon de carne y hueso al que hay que aniquilar; y no es una distopía, y no es una visionaria inspiración para un guión donde un pobre muchacho que no tiene perfil es acosado por una turba de followers que lo ubican y acosan de tal forma que termina, en su intento de huida, cayendo con su carro desde un puente.
Así como ese muchacho aparece este ruso de Cancún, con todo que no es para nada tímido ni leñador sino que enfermo de esquizofrenia y del racismo viral y explosivo que cunde en Europa siempre. Mal ubicado su racismo en un enjambre de avispas del todo conectadas -pienso-, mal día -uno más-, para las redes sociales, confirmo, y no sé si ya estoy formando parte de un guión para una próxima de Tom o es que yo mismo lo estoy escribiendo.
F.E.
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