En el Puerto Rico pos María se siguen repartiendo raciones de emergencia. Me tocó probar la ración de combate del Army y la experiencia no fue nada mala, debo decirlo. Había visto en youtube a un ruso que prueba todas las raciones militares del mundo -al menos de los ejércitos más organizados- y cuando miré la que Estados Unidos entrega a sus soldados quedé con la curiosidad de cuánta investigación nutricional avanzada había en aquellas, en apariencia, insípidas raciones. Pues déjenme decirles que sin duda hay mucha investigación probada en el espacio para alimentar a los astronautas que van perdiendo masa muscular en sus misiones y, por supuesto, mucha investigación de por medio de cuántas calorías necesita un soldado con todo su equipo en plena movilidad. Lo insípido nada se lo quita. Las croquetas de pizza, las galletas de centeno, los nuggets de pavo (con apariencia de pasas), el chilli pastoso pero sabroso, el pan de maíz y el refresco en polvo son bombas en calorías que dejan sudando y con un elevón energético fuerte. La tecnología del calentado en bolsa de nitrógeno es asombroso como divertido. En fin, cumplí el deseo de todo niño cuando juega al astronauta o a la guerra, aunque allá por 1984 probé algunas raciones que las tropas gringas nos tiraban al cruzar por la carretera del sur, en Sabanagrande, Honduras. Mantequilla de maní y jaleas en bolsas verdes, a eso se resumía la experiencia. Ahora está completada y me trajo todos los recuerdos de mi Honduras ocupada.
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