miércoles, 12 de febrero de 2014

Chiki, vos no te dejés

Foto: Chaliobala

Es que el man es chirizo, se viste con yines cortados, te dice “hey, chiki, páseme una bolita ahí”, todos los días te lo encontrás y te pide que contés su historia de guindarse en los buses y pedir que la gente se corra a la otra punta de las calderas… el diablo ronda en La Ronda , sube hasta la Cerro, apunta su cola hacia lo que se ve en el centro de Tegus, una especie de isla exiliada… el diablo es todo un rollo chiki, no dejés que se vuelva zalamero porque te pierde, te lleva a los puestos de vigilancia donde las banderas soplan para contar que viene la justice, no dejés que te ponga el balde sólo preguntale la edad y luego callate, no le digás que se mira muy recontrahecho, como si dos edades pugnaran en el centro de su mirada, cada una de ellas queriendo ir a los fondos o a los altos de una apariencia de duende implacable. El alero te canta bachatas mientras raja al que pase ilusionado con su rimero de tortillas ya listo, aguacate con sal, tomate y sal, sal pura bien enrollada que ya no se masticará con tristeza o contra la pared ahumada a puro ocote, naaaaaa, el alero te canta mientras te pone un zipper cobrizo en la chira, silba de ladito y te abre el espumoso pan de los ijares. Sólo es de dejarlo estar, chiki, dejalo que te muestre el algodón para taparte los oídos, las fosas nasales, lo que querrás meter en tus cuencas vacías después de abierto, pero no lo dejés que te de una nube rosa para chupar o un globo de aire inyectado en la sangre porque se frikea, manito, se pone al brinco y ya no solo se irá contra vos sino contra todo lo que se vaya reptando camino al Bosque haciéndose el de a peso pero con todo su peso muerto hundiendo más su barco… al chiki se le mete mirar los barcos desde lejos y no se le escapa ni uno por muy chalupa que parezca… y no dejés que te de la nube rosa, compa, te vas a sentir guasalillo y querrás caerle bien con toda la cara embarrada pero neles, el chiki se las sabe todas, todos lo han tentado y él ha tentado, con sus piernitas flacas y largas más largas que su sombra, entrando a las casa locas, saliendo de ellas de puntillas luego de reventar a punta de cuernoechivo al pobre san antonio que suspiraba. Fuera de kasaka, alero, el chiki es bien heavy, nadie sabe por qué te hace la ponga cuando sale de él regalarte esa nube tan fresa, la cosa es que se malea y ya no hay nada qué hacer. 
F.E.

1 comentario:

OMar Chauvié dijo...

Muy bueno, Estrada. Queremos más