jueves, 23 de julio de 2009

Testigo de un 5 de julio

Yo vi el sol
lo vi de frente
y los puntos que brotaban en mis pupilas
eran personas, vivientes,
miles, centenas de miles
no era la ceguera irrumpiendo con sus lanzas
no eran los pájaros que deslumbrados
se van a pique sobre mares inciertos,
eran personas, vivientes,
miles, centenas de miles,
y no cargaban una estrella sobre sus hombros
y no flotaban dispersas al cerrar los ojos…
Nadie me podrá decir
que fueron olas o margaritas de un inmenso campo,
eran personas
y por miles palpamos la vida
le descubrimos su carne
lloramos de tanto ojo abierto
de tanto tiempo en sueños
por tantos
reconociéndonos
en medio del gran desierto.



F.E.

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