Cuando la poesía de Diana apareció publicada en nuestro medio, era evidente que algo había pasado en el cambio de las formas poéticas que expresan lo erótico. En el principio fue su verbo, pues aún no tenía la edición impresa, tenía la vocalización y el reto permanente de su performance cuando leía en público, ante oídos aún timoratos. Pocos entendimos que las vertientes surrealistas habían hecho en la poesía de Diana imagen pero no semejanza, manzana sin morder en un paraíso donde Eva está en cacería. La precisión de sus versos y el desdoblamiento imprevisto son su cerbatana ¿y la presa? la imaginación que recorre el cuerpo con la punta de los dedos.
Esta poética agarró por sorpresa al machismo canónico, yo podía verlo mientras estaba en la mesa junto a ella, en alguna lectura donde ambos coincidíamos -que han sido muchas-, y lo primero que observaba era la reacción de lxs jóvenes entendiendo el signo y esperando más, alborozadxs. Entonces fue cuando fui comprendiendo lo que es leer a nivel sensorial, como lo explicaba Bretón y como lo definía con su dicción Diana. Ahora que recuerdo esas lecturas es cuando pienso que México -donde ahora reside ella-, tiene en resguardo una de nuestras poetas generacionales que sabrán plantarse con firmeza en nuestra historia literaria, con látigos de sándalo sobre nuestra insípida y provinciana piel bondage.
“En todo encuentro
erótico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación".
(Octavio Paz.)
1.-Quiero
Regalarte
Un orgasmo triple
todas las tardes:
Uno urgente
Que suene a corto circuito y huela a esporas
encalladas en deseos sazones
Capricornio y guitarras.
Uno oblicuo clarividente
que tenga epidemias de lengua efímeras
latitudes
meridianos
para rasgar en pedazos el cuarto
Uno ecuestre
que como vieja caldera desgaje al animal fluorescente
ávido de espacio
células
naufragio de profundas telarañas
refugio de lo absoluto.
2.- Debo
quitarme la ropa
sacar las viejas cuentas de vidrio molido
enterrar sahumerios
convocar tizones y pezones de cangrejo
pestañeos burdelinos
Es hora de esculpir tus epicentros.
3.- Cuando escampen
tus manos de alfarero
Rozaré los ecos de los postigos
Cuando escampen las bisagras
saltaré fuera del círculo
desdoblaré mi sombra
los espejos callejeros y desconociendo tus molinos
me encontraré
un quince de diciembre a la altura de la cicatriz del
fuego.
4.- Saberte mío
en el instante
es lo enorme viniéndoseme encima
las llamas del estruendo
lamen mis mejillas de bahía disyunta
Tengo miedo de estremecer los bordes del precipicio
y romperte en pedacitos de indicios.
5.- Aquí en el
sinfín de corrientes sastres
completamente sordomuda
impasible…
me dibujan a través del indicio dos luces de hebilla
Me ubican distante
justo en la frontera del añoro
zurcida me envuelvo
en instantes
en instancias
en instintos.
6.- Entre las
fauces de un vuelo
apenas temblorosa
intocable
he yacido en cuartos menguantes que taladran pianos
Temo resbalar por canales de papel mojado y masticar
cortinas de almendra.
7.- Me desnudo
en tu boca de almendro
acantilado entreabierto
desprendo los ruidos
los ruedos y el biés de mi falda
allá lejos
entre el agua y la sal
te desnudo dentro de múltiples lunas.
8.- El biombo
del viento
me acorrala con las alas de cien murciélagos
punza las cítaras de la luna…
Invito al viento Etesio
a tomar un ron de sudor nocturno y en las rocas
soltar telones
morder labios
revolcar tintas en ceniza.
9.- El pleamar
resplandeciente de tus labios
profanó los míos cuando la noche deshojaba tu olor de
hombre escarlata
Hoy en la estepa del enigma
tarareo olores bermejos.
10.- Enhebras
mis hilos con tus manos
zurces mis entrañas con tus entrañas
siento que se estallan las riendas que me enredan y me
enervan
Enhebro tus hilos con mis dedos
meriendo el desborde del océano y el gimoteo de la ola
Entre tú y yo
el rechinar de las bisagras
el apagón del inconsciente en el punto central del
éxtasis
en la estrella cefálica.
11.- En la
dimensión del estruendo
la vida se derrama del renglón…
el mar desentierra sus viejas canicas morenas
se enmaraña mi magia con tu veteranía
y
las suaves mordidas de lengua
ondulan
Indelebles en las butacas de jabón.
12.- He e
ayudarte a sonar como el mar
a retorcer los arabescos besos de lengua que no
sueltas por temor a la araucaria
He de ayudarte
a encontrar el ritmo de los arenques plateados
arrodillada y en escorzo hacia las rocas
romperé tu cota de mallas
tus guanteletes
y como el armiño cambiaré mi pelaje negro por uno
blanco
Perfecto como en una agitación de espejos rotos.
13.- Despertá
acariciando pergaminos de liquidámbar
regresá de ese precipicio de orquídeas que te acosan
permití que limpie con mi lengua el poniente del
depósito de tus lágrimas
la lumbre de tu sonrisa
el pulso acelerado…
Perpetuemos grillos en las manchas de la luna
en cálidos despertares
sabré provocar en ti aguas recién drogadas en nueces.
14.- Depílame
haz aquel corte con cara de escarmiento
expone mis dragones íntimos
los impresionistas y los cubistas
Desdobla los rizos reticentes
los murmullos de labios que explotan en el silencio
Reduce poco a poco la melena
Inténtalo…
Guarda en tu mente este cielo cielo
yuxtapone el complemento
con tu lengua lengua a 90°.
15.- Vibré como
una catástrofe contradictoria
Inexacta, inclusive en la estructura y en la teoría
Más en el remanso, mutilé resurgencias
Memorias impenetrables
Albedríos…
Y con la ansiedad dulcificada
Convertí tu equidistancia en surtidor de antorchas que
afables se adhieren
En busca de tu sierpe.