viernes, 7 de diciembre de 2012
Fuckbook
Delicioso. Cierro la cuenta de Facebook y regreso a mis cuarteles de invierno. Dejé al gladiador en la espera del me gusta o no me gusta del señor emperador, dueño infinito de la vanidad y de todas las arenas. La manita está en suspenso, arriba o abajo, el pulgar me pide aventón y le digo vámonos a la única ventana donde los comentarios nunca llegan.
Voy a través de cafés net y veo la pasmosa imagen de los clientes y su gasto: todos y todas están conectados al facebook y aplican el me gusta o no me gusta con la inercia de una bomba de oxígeno conectada a un moribundo. Es como si yo mismo hubiera muerto y repitiera la escena del espíritu flotante y separado del cuerpo en el quirófano: me veo ahí, muerto, viendo fotos sin parar, revisando nuevos comentarios, aceptado amistades de docena en docena.
Estoy con dos libros a la vez, he visto varias películas atrasadas, he hablado mucho más. Delicioso.
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