miércoles, 5 de mayo de 2010

Aguacadabra - Edgardo Florián, Honduras

Lo hisciste, hermanito. Te echaste la magia otra vez. Yo guardo aquel mismo dibujo hecho con cenizas de cigarrillo. Lo encontré hace unos meses entre los poemas tallereados en aquellas tardes del 93, allá, en el paraninfo.

Yo lo guardo, Florián. Y sé cuánto verso has pasado para llegar a éste, tu nuevo poemario. Bailá entonces, contáselos silenciosamente allá, en el Aguán, allá, en el planeta de los tres volcancitos, allá, donde Ajo Blanco te sigue poniendo a Marlon Brando resucitado.

Bravo, poeta!! Bravo contra todo lo humanamente imposible!







¿

Estar lejos es relativo,
no cuando recuerdo
nuestra última tarde,
sino cruzar
la puerta de tu casa,
para que me recibás
con un silencio
que araña el pecho.



¡

Salud.
No al exceso
sino al vive de ser
lo que se le antoja,
a costa de todos los obstáculos,
Alzar la espada
contra los cobardes
y quemar su lengua negra
de lombriz o zopilote.

;

Volar sin miedo,
desplegar las alas
que nos asignaron
al nacimiento,
con toda la plenitud imposible;
la extensión horizontal
del atamanecer
Consecución de Venus,
Orión
y distintas
presiones atmosféricas
desconocidas.

2 comentarios:

Rommel martinez dijo...

Felicitaciones !!!!!! que se abran las espirales del deseo hacia la incognita y la saque a patadas de donde se oculta ... QUE SALGA ALA LUZ!!!!!!! rommelmartinez.blogspot.com saludos Fabricio ...

Taller de poesía online dijo...

Caramba! se me fue el amigo que me ofrecía el secreto oculto de los inciensos.
El que me ayudaba a cruzar las calles del centro cuando andaba con Alexandré.
Florian era la ciudad, Fabri.