Un taller de poesía es el taller del alfarero. Al alfarero le van saliendo brazos, como los antiguos dioses, al alfarero se le van multiplicando los ojos y del centro de la mesa, va surgiendo la palabra, en círculos concéntricos del barro va surgiendo la forma...
Hacer la palabra en tiempos de odio y persecución, es crear la vida, profundizar su espacio, rehacer la ciudad, el país, el tiempo.
F.E.
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