viernes, 16 de agosto de 2013

A prueba de todo


Pues no me equivoqué.

El hombre que disparó a la movilización del FNRP hace dos días ha sido identificado como un guardaespaldas del hijo -conductor del auto- del diputado Denis Mejía. Este hombre de apellido Cardoso -el guardespaldas- salió hace un par de meses de servir como comando élite en el Batallón de Fuerzas Especiales de la Venta y según las fuentes de Globo TV, participó en el asalto a la residencia del Presidente Manuel Zelaya Rosales durante el golpe de Estado del 2009.

A fuerza de pura observación -y de reiterativas imágenes televisivas y de prensa- he ido perfilando a este tipo de individuos, quienes al parecer gustan de las mismas modas en las camisas y cortes de pelo, incluso una construcción del "seño especial de amedrentamiento" que se distingue a leguas en los milicos. ¿O no se distinguen tan fácilmente? Bueno, el asunto es que hay un tipo de formalismo militar que impregna toda la personalidad del soldado activo o inactivo, llegando hasta la raíz alienante de uniformarse en una moda bastante definida de camisas manga corta de botones y generalmente a rayas cuando no usan la cubayera blanca.

Que se haga algo desde la fiscalía ya es otro asunto. Nunca atraparon a ningún milico ni aún con las cámaras grabando mientras disparaban, como es el caso, para dar un ejemplo, del policía de tránsito que, en el 2009, disparó enloquecido contra la barra Ultra-fiel del Olimpia. Así que ni con todas las pruebas es posible alegrarse por lo que sería tan fácil en otros países sin golpes de Estado. Este sistema es a prueba de todo.

F.E.

jueves, 15 de agosto de 2013

Las placas de la impunidad en Honduras


 Ayer se movilizó el FNRP (Frente Nacional de Resistencia Popular) por las calles de Tegucigalpa, una nueva demostración de fuerza y hartazgo ante las políticas entreguistas de las cúpulas nacionalistas y liberales o, simplemente, la natural movilidad de cambio estructural que la sociedad hondureña ha organizado para salvarse de su exterminio político, económico, cultural.

En medio de las miles de personas nadie podía imaginar que de pronto apareciera este sicario y apuntara hacia las centenares de personas que atravesaban, en ese momento, el Bulevar Juan Pablo II. Las versiones difieren en cuanto a si el hombre disparó o sólo amenazó, pero lo contundente del hecho es el nivel de impunidad en que operan estas bandas. Sí, estas bandas, porque lo que pasó por igual a la barra del Motagua en la que murió un muchacho y más de veinte fueron heridos tiene la misma característica de operatividad. El terrorismo político es absolutamente evidente y lo que viene en aumento cada día augura muy malos momentos para la militancia de LIBRE. La foto es más que clara, las placas del carro casi están en 3D, de no apresarse este tipo seguirá confirmándose la línea paramilitar que se ha consolidado con todo tipo de propuestas desde el Congreso Nacional y desde la cúpula de las Fuerzas Armadas.

El cargador aumentado de esa 9 mm que apunta el asesino, el tipo de automóvil que traslada a quién sabe cuántos asesinos más, el corte de cabello, el tipo de camisa... todo apesta a milicos vestidos de civil que sirven de guardespaldas o simplemente de sicarios.

A la par de esto, la Ley de Policía Militar se ha puesto en marcha. Con ella se pretende movilizar a 30,000 rservistas de las FFAA para que cumplan funciones policiales bajo entrenamiento militar. "Una tropa de choque", dicen sus impulsadores del Partido Nacional y Liberal guiados por el candidato presidencial Juan Orlando Hernández. El mismo Salvador Nasralla, presidenciable por el PAC (Partido Anti-Corrupción) ha dicho que esta Policía Militar será creada para resguardar el fraude, y no tiene nada de ilógico cuando, respecto a su entrenamiento, se dice que estarán listos en dos meses (las elecciones generales serán el 24 de noviembre).

No pinta para nada bien el clima que viene. Nada bien.




martes, 13 de agosto de 2013

Una visión circular de Honduras

Imaginémonos que a estas alturas la sociedad hondureña no está polarizada, que su condición es más bien la de una serie de círculos que tienen nombre de partidos políticos y sectores sociales altamente desconfiados o repelentes entre sí. Todos estos círculos giran en torno a la cosa pública en el interés manifiesto de tomar el poder, y este poder, según sus intereses será un poder orientador que emane como conciencia o principio circular totalizador.

En su continuo girar los círculos independientes han formado un círculo mayor cuya dinámica nos los vuelve antagonistas sino que co-dependientes, sinérgicos, unidos, a pesar de su propia interpretación de sí mismos, por el fluir del espacio que comparten. Aún no hay puntos de coincidencia pero el esfuerzo por no colisionar en tan reducido espacio va siendo presionado por una fuerza mayor, muy superior a los círculos: el vasto número de ciudadanías que no giran en torno a la cosa pública sino que fluyen hacia el exterior de los intereses "nacionales" pero que a la vez se mantienen presionando a los pocos residuos circulares que mantienen la fe en enmendar, orientar o dirigir el "nuevo Estado".

Ese círculo mayor va estrechando a los círculos internos hasta que en determinado momento los hace coincidir en sus límites. No es una colisión de intereses, es más bien una integración o una asimilación provocada por la presión del círculo superior. Es en ese momento que finaliza la pugna de los círculos que ahora se muestran minimizados por la mayor dinámica del círculo exterior, que por igual busca "tragarse" o asimilar a las limitadas visiones circulares que han creído siempre ser las destinadas a dirigir la visión global de la existencia del Estado.

La ciudadanía contrapuesta en partidos políticos ha sido confinada a una ilusión de poder. Sólo si se encuentra una coincidencia en los límites de cada una de las expresiones políticas asediadas se podrá enfrentar la dinámica de absorción que está llevando a cabo el círculo superior formado por el crimen organizado, por las voraces trans-nacionales y por el imperialismo o pentagonismo.

En estos momentos -bien lo hemos aprendido a costa de tanta sangre- lograr crear confianza en Honduras y consolidarla es casi un acto heroico, pero hay coincidencias puntuales en todos los sectores minimizados por el círculo atorrante de los violentos, que pueden ser el punto de partida para propuestas integradoras. Nuestra pequeña dinámica de ciudadanía asediada que se defiende en sus últimos espacios civilizatorios puede ir identificando las palabras de hombres y mujeres dispuestas y dispuestos a dar el paso más difícil hacia la consolidación de un frente común, aportando cada quien desde los valores y principios políticos que mantienen en pie sus estructuras partidarias o sectoriales... o nos diluimos irremediablemente en la fuerza centrífuga de nuestro vicio mayor: la desconfianza. Los principios y valores a convocar, por supuesto, son los que definen lo humano y no la simple inercia de una maquinaria política.
F.E.

Cine Zero, Exposición fotográfica en el marco del Festival de Cine Centroamericano ICARO


 Fabricio Estrada


 Carlos Palma


 Josué Murillo



Arturo Sosa

¿Qué habita en la imagen antes del movimiento? ¿Cuántas historias contenidas en espera de revelar la voz, el sonido, el trepidante ensamblaje de lo continuo y mutable? ¿Cuánta luz encierra la estatua de lo que somos antes de ser proyectada en todos los espejos y pantallas? Existe un momento previo donde todo es inminente y la revelación, como bien diría Jorge Luis Borges, nunca llega. Es el momento del suave despliegue de la imaginación en que el espectador traza el argumento y los desenlaces. Intimo dios que va apartando su mano, entonces, y dejando al libre albedrio el destino de lo observado, medido, catalogado.

Cuatro fotógrafos se detienen ahora ante una proposición: si tocara definir el cine antes de su discurrir en historia ¿qué se mostraría? ¿Cómo se resumirían, en una sola toma, sus amplios desplazamientos dentro de la imaginación?
Tomando como punto de partida el ser humano como sujeto absoluto de donde surgen todos los puntos de fuga, Arturo Sosa, Carlos Palma, Josué Murillo y Fabricio Estrada concentran su mirada en revelarnos el permanente misterio de lo obvio, de aquello que se da por sentado y que en nuestros días inciertos parece unas veces fúnebre y altivo, y otras con toda la carga lúdica de un espectáculo contenido.

Esto es Cine Zero dentro del marco del Festival Centroamericano de Cine Icaro 2013, los bastidores de la imagen y en ellos, lo humano cambiando de personaje de la misma forma que la luz hace de un solo día cien días diferentes según avanza el traveling eterno del sol.

Fabricio Estrada

lunes, 12 de agosto de 2013

Merthiolate y cuadrantes



Apesta a fatiga militar la lluvia. Los cables del alumbrado eléctrico se vuelven cordones de botas, los grafittis camuflaje. Todo rezuma esa acre fragancia de los cráneos bajo el casco de 8 libras y los diputados y los funcionarios se rozan como gatos en celo.
Bajo la lógica de una dirigencia militarista nada queda más que aprobar una y otra vez medidas de fuerza, batallones de holgazanes cuyo mayor orgullo es sostener todo el día un fusil. Y del otro lado, igual, la iniquidad de ser nada más prueba para balas, asaltante, saqueador de costillas y bolsillos y pechos y espaldas agujereadas. Veo pasar las patrullas llenas de soldados apuntando hacia su propio tedio, veo pasar los chavos flacos que de pronto saltarán sobre cualquiera con sus cuchillos y escuadras. Este hermoso paisaje estaba ya en los sueños de todo el golpismo y de toda la izquierda indiferente a los procesos de movilidad ciudadana. La propuesta de sacar a los soldados de las calles tiene más visos doctrinales que de propuesta. Sí, entiendo perfectamente la posición sistémica de amedrentamiento pero no comprendo cuando se hace una propuesta de seguridad enfocada únicamente en retirar de nuestra vista a los chepos.

En Honduras queda poco espacio para encontrar la salida a la violencia delincuencial organizada y la infiltración y corrupción asesina dentro de la policía y el ejército. Pocas salidas en pocas personas honestas con capacidad de encontrarlas. El Plan Cuadrante Policial, el Programa Guardianes de la Democracia, la Policía de Reservistas, los orejas, la Operación Libertad, las escuchas, las Cámaras de Vigilancia... nada de eso apunta a la prevención, todo esto se ubica en el paso siguiente luego de la masacre o el secuestro.

Apesta a fatiga militar la lluvia. Xiomara alcanza 28 puntos de ventaja sobre su más cercano competidor pero esencialmente, en materia de seguridad la propuesta es como un sucedáneo, como aquel Mercurio cromo o Merthiolate que pretendía sanar toda herida de la niñez. Venceremos, sí, pero nos vencerán cada día, como hoy mismo sigue venciendo la ultra violencia generalizada si no hacemos un enorme esfuerzo de proponer un sistema integral sin autismos políticos.

F.E.


martes, 6 de agosto de 2013

Japón desafía a China con su mayor buque desde la 2a. guerra mundial

Japón presentó el martes el Izumo, su nuevo destructor de 250 metros de eslora, el mayor buque de guerra construido en el país desde la Segunda Guerra Mundial. Algunos expertos sugieren que la nave sería capaz de portar aviones de despegue vertical.

Gracias Convoca: una reseña a señas

Por mascarón de proa llevamos a Leonardo Montes de Oca. No podía ser de otra manera. Un mimo por astrolabio. Vamos más felices que niños en su primera excursión. Prefiero ver a Leonardo como parte aguas legendario que como co-piloto del motorista. Temblaríamos. Nos va señalando los pinares, las aldeas del altiplano de Intibucá y luego el descenso hacia Gracias. Rigo ríe santificado por el desplazamiento de sus días. Lo hemos sacado de casa y ahora es uno más en todos los temas que se van mezclando entre los matices de los historiadores, de los poetas, de los músicos y actores que vamos ahí. Una babel chispeante, socarrona y casi bucanera va borrando los kilómetros. ¿Quién nos convoca? Gracias, Convoca 2013, el evento que Salvador Madrid ha venido hilvanando metódicamente desde hace dos meses atrás.



Es julio y Gracias arde en la canícula. Todos los espejos de San Manuel Colohete cegan a quien se atreva a mirarlos de frente, así que decido verlo todo al revés y veo el barco antiquísimo que toda iglesia guarda en su interior para surcar los cielos, el maderamen inverso, la quilla de cuatrocientos años desde donde la colonia lanzó sus redes. Había estado frente al Vasa y ningún objeto o lugar además de él me había puesto a vibrar de tal modo. Me siento tatuado, revestido de cal una y otra vez y luego vuelto a tatuar. Jorge Travieso encuentra un diablo entre las pinturas murales y lo está fotografiando. Somos saqueadores también, pienso, y desde los espejos del altar mayor somos vigilados, a imagen y semejanza de lo ocurrido en los paraísos barrocos ya mordidos por la carcoma. Es julio y Gracias ha convocado un avispero para libar sus mieles. Tegus Clown, Café Guancasco, Jorge Amaya, Edgar Soriano, Helen Umaña, Armando García, Julio Escoto, Jorge Oquelí, Rigoberto Paredes, Néstor Ulloa, Enrique Cardona Chiapas, Heber Sorto, Alex Darío Rivera, Jaime Rivera, Omar Aquiles, Darwin Mendoza, Délmer Membreño, Fred Alvarado, Milizka Hernández, Jorge Travieso, Mario Ardón, Joaquín Portillo, Teatro Walabis, Oto Sabillón, David Soto, Caroline Kriesten, Fabio Castillo... zumbamos por todos lados y abarcamos públicos inéditos en Belén, Caiquín, San Manuel Colohete y una gran multitud de estudiantes. Salvador ha editado 5,000 ejemplares de la antología de poesía conmemorativa y la vamos repartiendo a cuanto se cruza.

El diablo que fotografía Jorge es benévolo. Diría que triste. Hace muchos años le arrebataron su coro, un cuarteto de gárgolas que ululaban cuando el viento las atravesaba. Un cura pensó que el sonido, viniendo desde los alerones de la iglesia, sonaba demasiado diabólico y las mandó a sellar. Les taponeó las fauces abiertas y el viento se fue para otra Luvina. Nuestro diablo quedó triste y así lo retrata Jorge. Yo no llevo cámara, ando con mal de ojo (el lente de mi alpha reflex se dañó) y voy a implorar salud a las águilas bicéfalas de Felipe II. Ahí están, tan alejadas de sus nidos austriacos, tan hondureñas ya, entre el polvo del coro en Colohete. Mi mal de ojo se cura y empiezo a fotografiar, con mayor nitidez, mentalmente, con todo el espléndido pixelaje de esas alturas. Hemos dejado en Caiquín a Enrique Cardona Chiapas y a Heber Sorto y los demás leemos ante los escolares de San Manuel Colohete. Rigo va despacio visto desde el campanario y desde los 2,850 metros de altura del Cerro Las Minas en Celaque. A ese paso, los ancianos lencas calculan que a Rigo le tomará doscientos años regresar a Tegucigalpa. "No hay prisa -nos dice le poet- disfrutemos los confines".

El último día de cuatro, Jorge Oquelí monta una compostura lenca yuxtapuesta. Avanza vestido de blanco, lleva envueltos tres pescados en suyate. Antes de teñirlos con polvo de oro Oquelí hace sonar un caracol hacia los cuatro puntos cardinales. La gente guarda silencio. Se concentran en un amplio círculo. El misterio, el misterio de nuevo. Oquelí lo ha logrado, ha impuesto el misterio de lo evidente y de paso, ha hecho la denuncia política más importante, a mi parecer, de todo el evento: el despojo de nuestros recursos naturales y simbólicos, ahí mismo, donde aún sobreviven los rituales lencas propiciatorios, los más atávicos de nuestra nacionalidad.

Leonardo regresa de algún lugar. Se ubica en su puesto como un artillero somnoliento y todos recordamos la noche de despedida en la casa de Mito Galeano. Vemos todavía, encandilados, la danza del fuego de Karla, Ana Lú, Moisés y Ricardo. Yo temo recordar ese fuego y que sus chispas prendan en los pilares de Colohete. Tan adentro de mí llevo esa joya. Por primera vez en siglos, siento que el diablo de la pared sonríe y luego se duerme. Escucho a los paveles cantar. Jaime canta como una rocola incesante.  Yo pienso en regresar como un día me prometí llegar - a sotto voce- hasta los confines de lo mágico.

F.E.















lunes, 5 de agosto de 2013

Sputnik, mi amor o la danza en la nada



Son varias ya las amistades que, al contarles que he terminado una novela de Murakami totalmente satisfecho, me han hecho un mohíno de extrañeza del tipo ¿en serio, te ha gustado?, pero una vez que comenzamos a comentarla no pueden dejar de concederle a las historias de Murakami una esencia difícil de encontrar cuando se trata de abordar historias tan... tan... comunes. Y es que lo que cuesta entender de nosotros mismos es la capacidad de anularnos ante los demás, y esa no-existencia puede ser llamada soledad, vacío o simplemente desamor ante todo lo que la vida es. Y en verdad que es tan común en la vida real encontrar a tanta gente desencantada, ya sin ninguna reserva de sorpresas.

Aquí es donde encuentro la belleza de Sputnik, mi amor, en ese cruce de existencias neutras que al puro roce de la coincidencia van formando una historia personalísima, ya ineludible. En el caso de esta novela, vuelve el número existencial mágico que Murakami echa a rodar en sus dados: el tres, el trío, lo tripártito, esa cadena de azares donde el deseo masculino queda excluido y a la vez asimilado en el juego carnal de la femineidad vertiginosa, pausada, misteriosa. Vuelve la mujer madura y la adolescente acuciosa sexualmente, vuelve el joven que a fuerza de ser testigo de estas gravitaciones destructivas siempre termina especulando que debe haber un pozo oculto en el campo, culpable de todas sus ansiedades y rechazos, oculto por la oscuridad, trampa que se traga a todas las lunas que cruzan sobre él.

Y hablando de esta fijación lunar, Murakami me ha dado una de las metáforas lunares más imprevistas de todas las que he podido leer hasta ahora, una imagen tan extraña como brutal por su sencillez: "Pero el sueño no acudió tan fácilmente. Al descorrer las cortinas apareció la luna flotando blanca -hasta aquí ninguna sorpresa por parte del novelista- y taciturna en el cielo como un huérfano inteligente -aquí es el estallido de todos los espejos-. Comprendí que no podía volver a dormirme -y yo comprendí que no podía dejar un día más para seguir con la novela hasta el final-. Había que entrarle al desvelo y quizá creer que Sumire también podía hablarme a mi a las tres de la mañana. Eso es lo que no puedo responder de entrada cuando se me pregunta ¿en serio, te gustó? Me resulta tan excitante pensar en todas las posibilidades que me resuelvan el enigma del por qué me gusta Murakami: que nada en sus novelas quiere ser profundo, que la soledad no es profunda, que es algo normal y lirondo como la luna iluminando vacíos, que no importan las antípodas (las islas del Japón o las griegas) para situar el deslumbramiento de la nada, que las historias mangas se imponen y terminan influenciando hasta los grandes novelistas -intrigante tesis de Mayra-, que el deseo masculino no es nada ante la fuerza gravitacional de la atracción mutua femenina... en fin, que sólo el suicidio o los desaparecidos como el humo pueden aproximarse a la verdad de lo que somos, solos o acompañados en el eterno viaje hacia el silencio.

¿Que si me gusta Murakami? ¡Me fascina!

F.E.

domingo, 4 de agosto de 2013

Entrevista a Federico Andahazi: “La imprenta de Gutenberg era una máquina fantástica para falsificar manuscritos” - Mario Casasús, El Clarín, Chile



México DF.- En entrevista con Clarín.cl Federico Andahazi (1963), escritor argentino, habla de El libro de los placeres prohibidos: “Son dos novelas en una, la biografía de Gutenberg y el thriller por los crímenes en el burdel, las dos historias se enlazan hasta el final. Fue una decisión deliberada: traté que la parte de ficción no contaminara la investigación histórica, por eso -casi- son dos libros separados, a mí nunca me gusta revelar cuánto es realidad y cuánto es ficción en mis libros; sí puedo decir que todo lo relacionado a Gutenberg está reconstruido de manera histórica y fidedigna con documentos; la otra parte podemos discutirla un poco. Necesitaba que la historia de las prostitutas no contaminara a la investigación histórica”. Andahazi confiesa: “La inclusión de Gutenberg fue accidental, todos los caminos me llevaban a Gutenberg; me encontré con un personaje oscuro, Gutenberg enfrentó juicios por fraude, falsificación y falsa promesa de divorcio, es decir, era un estafador, y eso lo convierte en un personaje delicioso, además era un genio”.
MC.- “El libro de los placeres prohibidos” está circulando en Argentina desde noviembre, a México llegó un semestre después. ¿Por qué no salió simultáneamente en el resto de Latinoamérica?
FA.- Cuando salió la edición argentina se programó inmediatamente la edición en el resto de Latinoamérica, cada país tiene su propia agenda, ahora están en camino las traducciones, eso implica armar una agenda de viajes, es un rompecabezas bastante complejo. Debo decir que es muy bonita la portada mexicana, es diferente a la tapa argentina, un libro comienza a ser leído por la gráfica de la portada.

MC.- ¿Cuándo nació la idea de escribir El libro de los placeres prohibidos?
FA.- Este libro es la zaga directa de mi primera novela, cuando escribí El anatomista era muy joven, tenía veintitantos años, era la época en la que un escritor supone que la literatura consiste en formularse preguntas y no en responderlas, ahora que acabo de cumplir 50 años descubrí que no sólo puedes plantearte preguntas, sino que a esta edad puedes dar algunas respuestas; de modo que en El libro de los placeres prohibidos respondí muchísimas preguntas que me formulé en El anatomista. La principal pregunta que hice en El anatomista: ¿en qué momento el sexo dejó de ser sagrado para convertirse en algo pecaminoso y prohibido?, suponía que esa pregunta no tenía respuesta, pero encontré el momento histórico: el sexo en Babilonia se ofrecía en los templos, quienes ofrecían el sexo eran las sacerdotisas en orgías rituales, cuando los hebreos caen cautivos por los pueblos babilónicos son obligados a practicar el sexo ritual, al principio los hebreos se resisten porque eran monoteístas, con el transcurrir de los años, al liberarse del yugo babilónico los hebreos van a repudiar con tanta fuerza al enemigo que identificarán la sexualidad con Babilonia, por la herencia judeocristiana repudiamos la sexualidad, cuando leemos la Biblia -en el libro del Apocalipsis- encontramos a la puta de Babilonia como “la causante del fin de los tiempos”.

MC.- Los dos planos narrativos transcurren en la ciudad de Mainz: el juicio contra Gutenberg por falsificación de manuscritos, y los asesinatos seriales en un burdel a orillas del río Rhin. ¿Cuál era tu vínculo con la cultura alemana?
FA.- Mi vínculo con el idioma alemán tiene que ver con mi formación como psicoanalista, Freud escribió toda su obra en alemán, afortunadamente yo dejé de ser psicoanalista. Mi padre era húngaro, de modo que en alguna época Hungría tuvo una relación muy estrecha con Alemania, pero en realidad mi vínculo es con la literatura y con el libro. Gutenberg aparece en esta historia casi por accidente, yo había imaginado una historia en la época del surgimiento de la imprenta, donde los protagonistas iban a ser los primeros imprenteros contra los últimos copistas de manuscritos, los copistas defenderían su coto a capa y espada, desde luego en medio quedaría Gutenberg, todos los caminos me llevaban a Gutenberg; me encontré con un personaje oscuro, del que se sabía poco, los únicos testimonios que existían de su vida eran los juicios a los que fue sometido, condensé los juicios en uno, pero en realidad Gutenberg enfrentó juicios por fraude, por falsificación y por falsa promesa de divorcio, es decir, era un estafador, y eso lo convierte en un personaje delicioso, además era un genio; no sólo él, sus socios y secuaces –Fust y Schöffer- eran geniales, Peter Schöffer establece las leyes de la tipografía moderna. El fundador de Apple, Steve Jobs, reconoció la obra tipográfica de Schöffer, cada vez que abrimos una ventana de tipografía en la computadora ahí está el legado de Schöffer. Gutenberg, Fust y Schöffer creían ser simples estafadores, pero eran genios que nunca imaginaron que sus aportes llegarían a nuestros días, y pensar que tenemos en nuestras manos el libro que inventó Gutenberg, no hay diferencia alguna, todavía se utilizan en algunas imprentas los linotipos y los tipos móviles.

La inclusión de Gutenberg fue accidental, me costó muchísima investigación, viajes a Alemania, estuve en los Archivos de Berlín, en los Archivos de Mainz, también viajé a Holanda, porque Gutenberg fue discípulo de Laurens Janzoon Koster, a quien se le atribuye la fundación de la imprenta. La invención de la imprenta fue una pequeña guerra en Europa. Lo más notable es que todos tenemos una idea escolar de Gutenberg, lo consideramos el padre del libro, pero Gutenberg no fue el inventor de la imprenta, la invención de la imprenta es un momento mítico de la historia, lo que inventó Gutenberg era una máquina fantástica para falsificar manuscritos, un manuscrito valía una fortuna, eran años de trabajo por parte de copistas, iluminadores y encuadernadores. En 1455, muy pocos tenían el privilegio de acceso a los libros: la Iglesia, los reyes, los príncipes y algunos acaudalados comerciantes. Quienes hemos tenido el privilegio de ver una Biblia de Gutenberg, lo primero que salta a la vista es que no hay diferencia con un manuscrito, está claro que la intención de que el libro parezca un original manuscrito. A poco de andar con esta estafa, Gutenberg y sus secuaces -Fust y Schöffer- son descubiertos y sometidos a juicio; cuando la Iglesia descubrió la imprenta en el taller clandestino -alucinante, casi onírico- se encontraron con un panorama aterrador, la jerarquía católica se preguntó: ¿qué pasa si el libro sale de la órbita de pertenencia de la Iglesia?, los únicos que leían la Biblia eran los religiosos, la gente en general no sabía leer, un sector de la Iglesia decía: “no estaría mal que en poco tiempo se puedan fabricar cientos de Biblias”, pero había una lista de libros prohibidos, el gran temor de la Iglesia es que se hicieran públicos los libros prohibidos, en especial el Libri voluptatum prohibitorum.

MC.- ¿Por qué elegiste al artesanal copista de libros como antagonista de la trama?
FA.- Es una figura muy elocuente, era un tipo que se la pasa copiando letra por letra; los mejores copistas no sabían leer, así los prefería la Iglesia porque la comprensión del texto lleva a la polémica, lleva a la intervención, a la discusión voluntaria e involuntaria, y se corría el riesgo de que se alteraran los textos. Me interesa mucho esta persona que hace actos mecánicos, que repite algo que ignora; yo me preguntaba: ¿hasta qué punto nosotros no repetimos el esquema de los copistas?, pasa todo el tiempo, incluso con la sexualidad, ejercemos ritos por costumbre, ignoramos el sentido de lo que hacemos por herencia, pasa con el sexo, pasa con la lectura, leemos lo que todos leen, vemos en los aeropuertos que todos los pasajeros leen un Best-seller, hay un acto automático que me aterra, pienso que a veces somos copistas analfabetos, repetimos sin saber muy bien lo que hacemos, el propósito de El libro de los placeres prohibidos es intentar indagar en el origen del libro, en el origen de la lectura y escritura, por eso te decía que aquí respondo varias de las preguntas que hice en El anatomista (1997).

MC.- En “El libro de los placeres prohibidos” recurres al pie de página para las traducciones de palabras en alemán y holandés, también para documentar el juicio contra Gutenberg. ¿Cuál era el criterio para incluir los documentos históricos de tu investigación?
FA.- Investigar no es fácil, lleva mucho tiempo, es un trabajo casi burocrático, ahora bien, hacer este trabajo burocrático en Alemania fue muy grato porque es un placer hacer investigaciones en Europa. En la edición argentina aparece la reproducción facsimilar del documento con la firma del notario Ulrich Helmasperger y la imagen de una caja de madera, donde emerge una mano que sostiene una flor; me traje la copia del documento desde Alemania como un tesoro. ¿Cómo armar un libro a partir de tantos documentos?, es muy complejo, a veces terminas enamorado de tu trabajo de investigación, de los hallazgos, -tú lo sabes mejor que yo, por el Caso Neruda-, cuando encuentras un documento entras en éxtasis y no te quieres desprender nunca de los documentos; pero debes tener en cuenta al lector, eso que a nosotros nos encandila y enamora, para el lector puede ser información tediosa, debemos ser muy cautos. Los pies de página reemplazan el documento entero, la tentación sería reproducir el documento entero; el primer trabajo es: seleccionar los documentos, trabajarlos para que la investigación histórica no sea tediosa al lector, después me gusta trabajar con capítulos breves.

MC.- ¿Capítulos breves para contar dos planos narrativos?
FA.- Son dos novelas en una, la biografía de Gutenberg y el thriller por los crímenes en el burdel, las dos historias se enlazan hasta el final. Fue una decisión deliberada: traté que la parte de ficción no contaminara la investigación histórica, por eso -casi- son dos libros separados, a mí nunca me gusta revelar cuánto es realidad y cuánto es ficción en mis libros; sí puedo decir que todo lo relacionado a Gutenberg está reconstruido de manera histórica y fidedigna con documentos; la otra parte podemos discutirla un poco. Necesitaba que la historia de las prostitutas no contaminara a la investigación histórica.

MC.- El papel del copista despierta cierta antipatía, al oponerse a la difusión de la lectura, “Sigfrido de Mangutia” sigue al pie de la letra los dogmas de la Iglesia. Ahora que confiesas una decisión deliberada en la estructura de tu novela, ¿lleva alguna intención implícita la empatía que despierta Gutenberg y la antipatía del copista?
FA.- En la literatura y en mi vida personal no intento ser juez de nadie, creo que a medida que voy envejeciendo soy menos prejuicioso, la literatura a veces sufre por los prejuicios de los escritores, de modo que no es una novela de buenos contra malos, aunque lo parezca. El fiscal “Sigfrido de Mangutia” parece un malo de película y la madre de Gutenberg parece una buena de película, pero en esta novela nada es lo que parece, Gutenberg aparece como un estafador que lo único que persigue es hacerse millonario, pero murió pobre y sin reconocimiento. Al final es un héroe, Gutenberg nunca se enteró, pero fue un héroe. Por más que uno se crea una buena persona, uno puede ser un hijo de puta creyéndose un gran tipo (risas), y existen grandes hijos de puta que terminan siendo buenos tipos y haciendo buenas obras; yo busco el contraste de los buenos y malos para ponerlos en duda, sólo hay una cosa que no perdono: la estupidez, me parece que no son peligrosos los malos, muchas veces “los buenos” son más peligrosos que los malos, pero los que son realmente peligrosos son los estúpidos, la estupidez es el peor flagelo de la humanidad.

Cuando decimos que Gutenberg democratizó la lectura es una suerte de anacronismo, lo cierto es que puso los libros en manos de todo el mundo. Esto es muy complejo, no es que ahora todos tenemos acceso a todos los libros, después apareció el mercado que terminó regulando la lectura, el mercado se convirtió en lo que hacía la Iglesia, el mercado te dice qué tienes que leer. Habría que pensarlo en términos filosóficos: la discusión que se produjo en 1455 con la aparición de la imprenta es la misma discusión ante la invención del E-Book, en 1455 se decía que la aparición del libro impreso sería la muerte del libro porque se pensaba que debía ser manuscrito, al punto que en la actualidad para los judíos, la Torá tiene que ser un rollo manuscrito. La humanidad no perdió nada con la imprenta, coexisten los manuscritos con los libros; hoy en día, todo mundo habla de la muerte del libro y no es así, el surgimiento del libro electrónico es el nacimiento de otro formato, desde luego que cambiará la forma de leer y escribir, cambiará la forma de comprar los libros y falsificarlos, ahora todo mundo está peleado con la piratería, yo tengo el enorme privilegio de ser el autor más pirateado de la Argentina (risas), claro que es un privilegio, conozco autores que se quejan al ver sus libros pirateados, deberían preocuparse si sus libros no están pirateados en las calles, quiere decir que no le interesan a nadie. El libro impreso surge como una estafa, toda la industria editorial se montó sobre la estafa de Gutenberg, Fust y Schöffer, el primer libro fue pirata, después llegó la industria y la ley. El E-Book es lo mismo, nació como una forma de piratería, y sobre el nuevo formato se montó la industria editorial.

MC.- Si mal no recuerdo, es tu séptimo viaje a México para presentar una novela, o para iniciar una investigación histórica; en junio de 2010, Eugenio Aguirre publicó -en colaboración contigo- el libro: “Pecar como Dios manda. La historia sexual de los mexicanos”. ¿Cambió tu percepción del país después de estudiar la historiografía sexual de México?
FA.- En principio, tengo una relación de afecto muy particular con México, una de mis novelas transcurre en México: El conquistador (2007) y Quetza es mi personaje preferido. México es enteramente familiar para mí, cuando escribí La historia sexual de los argentinos dije: “no se puede entender la historia de un país si se desconoce la historia de su sexualidad”, porque los países son como nosotros: hijos de una trama sexual, literalmente. Efectivamente, me dio mucho gusto colaborar con Eugenio Aguirre, después de estudiar la historia sexual de los mexicanos por supuesto que ahora conozco mejor al país, me parece que la sexualidad no es un dato pintoresco en la historia, atraviesa el centro de la historia, y mucho más en México, aquí el mestizaje fue más fuerte y complejo que en la Argentina.

MC.- No habrá presentación formal de “El libro de los placeres prohibidos” en México, sólo concediste entrevistas, pero no interactuarás con tus lectores. ¿Queda interrumpido el placer de un escritor al no conocer las diversas lecturas de su nueva novela?
FA.- Exacto, es un lectorum interruptus (risas). Yo establezco con el lector un vínculo muy estrecho, me gusta estar frente a frente con el lector, el sentido último del libro siempre lo da el lector; pero también es cierto que a través de la prensa se sintetiza el espíritu de los lectores, tengo muy buena relación con la prensa, disfruto conversar con los periodistas, creo que en este momento de la historia los periodistas son indispensables. Me hubiera encantado organizar una presentación con los lectores en México DF, lamentablemente fue imposible por cuestiones de tiempo, pero dentro de poco estaré en el Hay Festival de Xalapa, ahí tendré la oportunidad de compartir con los lectores y seguramente en la Feria del Libro de Guadalajara.

MC.- Finalmente, en Chile se cumplieron dos importantes aniversarios luctuosos: la primera década sin Roberto Bolaño y los 40 años de la muerte de Pablo Neruda, ¿qué piensas ante la pérdida de dos genios de la literatura latinoamericana?
FA.- No puedo creer que se cumplieron 10 años de la muerte de Roberto Bolaño, para mí había pasado poco tiempo; en un congreso que se realizaría en Guijón me habían invitado a compartir una mesa con Bolaño, me hubiese encantado conocerlo. Bolaño es uno de los grandes referentes de la literatura latinoamericana, es un autor que con el tiempo tendrá más justicia y más lectores, en la medida que pasen los años se podrá valorar su literatura.

Neruda es un personaje tan entrañable por distintos motivos, yo provengo de una familia de comunistas, mi abuelo era un viejo militante del Partido Comunista de Argentina; crecí entre los libros de Neruda, cuando era niño iba a una colonia cooperativa donde leíamos la poesía de Neruda, después lo tengo asociado a un hecho luctuoso: al golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, mi abuelo era editor, tenía una biblioteca fantástica y marxista, debido al miedo, mi abuelo decidió bajar los libros de los estantes y cruzar a un terreno baldío para quemar su biblioteca, recuerdo haberlo visto inmolarse de espíritu, entre los libros incinerados estaba Neruda, para mí fueron dos muertes de Neruda: la noche del 23 de septiembre de 1973 y la madrugada del 25 de marzo de 1976.